suspiro 2

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—¿Y cómo va tu día? —le sonríe ese alfa que extrañamente cada que aparece le hace ojitos.

—¿Puede haber un trabajo más excitante que este? —contesta riendo ante la tontería que pregunta— ¿No quieres un par de postres? Tenemos mush de vainilla y frutilla, también donas de distintos sabores, empanadas de queso y pollo.

—Dos donas con glaseado de azúcar y canela, por favor —el alfa pide mirando el escaparate de vidrio tan sólo un segundo y volver a mirarle oculto detrás de esos lentes enormes—. Para mí es excitante venir al supermercado y encontrarme con mi cajero favorito: Lee Taemin.

Un guiño y Taemin no puede evitar sonreír y sentir pena por sí mismo. Obviamente era alguien que sólo lo molestaba porque no sabía que estaba casado y esperando un bebé, o porque le tenía pena.

Recuerda haberlo visto un par de veces en la universidad, un par de veces en las que él ni siquiera se volteó a verlo, porque estaba ocupado coqueteando con todos los omegas que revoloteaban a su alrededor.

—Gracias por venir, Señor Choi. Vuelva pronto.

Entregó las bolsas y éste las tomó para rápidamente sacar una bolsa de gomitas entregándoselas.

—Tómalas, son para ti.

Taemin no supo qué hacer, tan sólo recibirlas y hacer una leve reverencia. Otro cliente ya estaba dejando todos sus productos en la banda y él no podía darse el lujo de perder el tiempo negándose.

Intenta evitar mirar al alfa, pero no puede evitar levantar la mirada nuevamente. Casualidad o no, siente cómo sus entrañas se revuelven al encontrarse con sus enormes ojos guiñándole.

Se sintió bien, debía admitir. Es sólo que la sensación se esfuma cuando se ve al espejo y ese gorrito no le favorece porque aplasta sus cabellos, mucho menos vestir una ancha camiseta de beisbolista roja de su uniforme, seguido de esos pantalones anchos que le recuerdan que ya no podrá vestir bonito como hacía antes.

Otro día más se cubre con el grueso abrigo que no sabe si es por el frío que todavía insistía en quedarse, o porque deseaba cubrir esa apariencia de alguien acabado.

No lo estaba, se trataba de otra época de la vida que llegó antes de lo planificado y tenía que plantar cara. Sintiéndose morir o no, debía seguir adelante.

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No saben cuánto significa para mí leerlas, agradezco sus mensajes <3

Ya saben, mil disculpas por errores ortográficos, gramaticales, etc. de antemano.

¡Tengan un excelente fin de semana!

<3


No es lo que pedíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora