𝑇𝑎𝑘𝑖𝑛𝑔 𝑊ℎ𝑎𝑡'𝑠 𝐻𝑒𝑟𝑠 | 𝐽𝑒𝑛𝑙𝑖𝑠𝑎 𝑔!𝑝

•Capitulo 27•

Lisa Manoban

Vi a Jennie continuar peleando con su padre, quien fácilmente tenía la ventaja.  Tenía ventajas en casi todos los sentidos, era más grande, más fuerte, más viejo y con la edad llegó una experiencia que el padre de Jennie no tuvo problemas en presumir.  Se burló de su hija, atacándola fácilmente en cualquier oportunidad, lo que me disgustó.

Era como si pudiera sentir cada ataque como si fuera la misma Jennie, el dolor latía a través de mi cuerpo y los insultos tiraban de mi corazón.  Sentía todo el dolor de Jennie como si fuera el mío.

El agarre de mi familia sobre mis brazos era implacable, no parecía importar cuántas veces tiré o torcí mi cuerpo en posiciones incómodas que se adaptaron fácilmente y llamaron a más personas para detenerme.  Sabía que era tan difícil para ellos como yo para mí.  Jennie era de la familia, se había vuelto tan cercana a todos que era igual de difícil para ellos mirar.

Los odiaba por retenerme y no permitirme correr en ayuda de mi pareja.  Iba en contra de todos los instintos de todo mi ser mirar desde la línea lateral mientras Jennie luchaba por su vida.  Debería estar corriendo para salvarla, para proteger y matar al bastardo que fácilmente levantó la mano hacia su hija.  Fue estúpida por haber desafiado a su padre.  Estaba enojada porque ella se había puesto en peligro y cuando esto terminara me aseguraría de que ella lo supiera.

Mi lobo gruñó, gruñendo y golpeando contra aquellos que nos retenían cuando el codo de Jihoon cayó sobre la espalda de Jennie y la hizo caer al suelo de dolor.  Mi lobo quería salir, escapar de mi mente y proteger a su pareja.

Un desafío no debía tomarse a la ligera y, ahora que se habían establecido las reglas, estaría mal ir en contra de ellas.  Jihoon sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando dijo que era una pelea a muerte.  Si interviniera, habría consecuencias graves y Jihoon ganaría y decidiría el destino de aquellos que fueran en contra de las reglas, sin importar lo difícil que fuera ver a Jennie sufrir, el resultado de mi interferencia sería mucho peor.

"Tienes que dejarme ir."  Gruñí, mi voz apenas reconocible ya que mi lobo ahora tenía más control.

"Lisa", comenzó mi padre, su voz era tensa y pude ver que sus ojos se oscurecían cuando él también reprimía a su propio lobo, "Jennie es una chica fuerte, ella sabe lo que hace".

Mi padre tenía razón cuando Jennie demostró lo que quería decir cuando ahora se convirtió en su lobo, sorprendiendo a la multitud que había venido con su padre.  Estaba claro que no sabían que Jennie era un lobo.  Mi olor casi superó al de Jennie desde que nos emparejamos, por lo que era fácil confundir a Jennie con un ser humano.

Estaba claro que el lobo de Jennie ahora tenía el control.  Ella comenzó a atacar brutalmente a su padre, quien una vez había estado con tanta confianza en su forma de lobo.  Sentí el orgullo dulce dentro de mí a pesar de mi enojo por la situación mientras veía a mi compañera atacar, ella era mortal, cada movimiento rápido y preciso no dejaba margen para el error.  Atacaba por instinto y usaba su tamaño a su favor.

Me di cuenta de la conmoción que venía del otro lado del campo y me volví para ver al pícaro al que Jihoon le había dado previamente la chaqueta de su traje para quitarse la ropa, su cuerpo temblaba mientras se preparaba para cambiarse.  Gruñí en voz alta, tirando de los que me sujetaban.  Se habían establecido las reglas y se establecía claramente que no debía haber interferencia, pero no se podía confiar en los pícaros y no se vivía según las reglas.

Rápidamente se transformó en su lobo rubio, sacudiendo su pelaje y sin perder tiempo en correr hacia la batalla que se libraba entre Jihoon y Jennie, quien estaba agachada con su trasero ligeramente levantado en preparación para abalanzarse y entrar a matar.  Jihoon yacía a unos metros de distancia debilitado por la sangre perdida de sus muchas heridas abiertas.