𝑇𝑎𝑘𝑖𝑛𝑔 𝑊ℎ𝑎𝑡'𝑠 𝐻𝑒𝑟𝑠 | 𝐽𝑒𝑛𝑙𝑖𝑠𝑎 𝑔!𝑝

•Capitulo 20•

Jennie Kim

Abrí los ojos para ser recibida por la vista de Lisa en la forma de su lobo.  Ella se paró orgullosamente sobre mí, su pelaje castaño ondeando suavemente con la suave brisa y sus grandes ojos castaños dorados me miraban sin nada más que alivio.

Ya no le tenía miedo a Lisa en esta otra forma, ya que una vez que acepté a Lisa, supe que también había aceptado a su lobo.  Al ver el lobo de Lisa frente a mí, algo dentro de mí pareció cobrar vida y todo lo que quería hacer era ponerme de pie y que Lisa me rodeara con sus brazos.  Quería a Lisa más de lo que la había deseado antes;  era como si ya no tuviera ningún control sobre mis sentimientos por ella o mis acciones.

Seguí mirando a Lisa como si se hubiera convertido en la octava maravilla del mundo.  Lisa dio un paso adelante, sus zancadas poderosas y seguras mientras bajaba la cabeza y acariciaba mi cuello.  Su toque envió a todo mi ser a una especie de frenesí cuando un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y se encendió en una llamarada de hormigueo.  Un gruñido retumbó en el pecho de Lisa y supe que su cuerpo estaba teniendo la misma reacción que el mío cuando nos tocamos.

"¿Lisa?"  Traté de hablar, pero todo lo que se escuchó fue un ladrido agudo.

Moví la cabeza para poder mirar a mi alrededor y noté que estábamos rodeadas por muchos miembros de la manada, todos parecían estar conteniendo la respiración, esperando que sucediera algo, aunque no estaba segura de qué.  Noté que mi mamá estaba con Bam, sus mejillas estaban pálidas y húmedas con lo que parecían lágrimas.  Se escuchó un gemido y supe que había venido de mí.

"Jennie," la voz de Lisa sonó desde el interior de mi cabeza y me volví para poder mirarla de nuevo.  "Cuando te marqué, mi saliva debió haber activado tu gen inactivo de hombre lobo haciendo que tu cuerpo se apagara mientras te preparaba para el primer turno".

"¿Te refieres a?"  Respondí, obligándome a calmarme para no entrar en pánico.

Era imposible que pudiera haberme convertido en lobo porque tenía la impresión de que si iba a suceder, lo habría hecho hace mucho tiempo.  Lisa debe haber estado imaginando cosas, ya que era la única explicación de por qué pensó que me había convertido en un lobo.

Todo lo que podía recordar era el dolor que había consumido todo mi ser durante lo que me habían parecido semanas.  No sabía lo que había sucedido, ya que lo último que recuerdo es que me estaba despertando sintiendo calor y mi vista borrosa.  No sentía ningún dolor ahora y sabía que, por la intensidad del dolor que experimenté recientemente, debería haber estado doliendo todo y todavía con dolor, pero me sentía bien.

Fue ahora que miré a mi alrededor y me di cuenta de que todo parecía más nítido, más definido.  Era como si estuviera viendo todo bajo una luz diferente.  Mis oídos temblaron ante el sonido de los pájaros batiendo sus alas desde lo que parecía estar justo a mi lado, pero supe desde que miré a mi alrededor que no había pájaros alrededor.

"Jennie, te has convertido en el lobo más hermoso que he visto".  La voz de Lisa flotó en mi mente una vez más mientras acariciaba con la cabeza el hueco de mi cuello haciendo que algo dentro de mí se agitara con entusiasmo una vez más.

Alejé mi cabeza de la de Lisa para poder mirar mi cuerpo.  En lugar de manos, vi patas cubiertas con un pelaje blanco, mis piernas y brazos también estaban cubiertos con el mismo pelaje blanco como la nieve.  Torcí mi cuerpo para poder verme y vi que Lisa tenía razón.  Debería haber visto carne de color rosa pálido con manos y pies, pero todo lo que vi fue el cuerpo de un lobo cubierto de blanco tendido en la hierba.

"Imposible."  Mi propia voz sonaba presa del pánico cuando comencé a moverme, tratando de ponerme de pie.

Mi cuerpo no se sentía como el mío, se sentía demasiado pequeño y mis movimientos estaban restringidos.  Se sentía irreal, como si todo fuera un sueño horrible y pronto me despertaría junto a Lisa, quien me diría que era solo un sueño y que todo estaría bien.  En el fondo sabía que esperaba algo que no sucedería, que Lisa estaba diciendo la verdad.