•Capitulo 6•

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Quería estar en cualquier otro lugar que no fuera en los brazos de Lisa.  No estaba acostumbrada a ser abrazada por una mujer extraña y hermosa que continuaba olfateando mi cabello y podía convertirse en un lobo gigante a voluntad.  Todavía estaba congelada en sus brazos, su alta figura me tragaba mientras me ocultaba de la vista de los que estaban en la cocina.  Podía sentir su respiración pesada contra mi cuello, cada inhalación causaba un desconcertante escalofrío subir por mi columna.

La habitación se llenó de tensión cuando se oyeron pasos golpeando el piso laminado por aquellos que fueron lo suficientemente sabios como para escapar de la cocina y la discusión que estaba a punto de estallar.  Parecía inevitable que Lisa estuviera a punto de discutir con quien supuse que era su padre, la voz que había hablado antes con tanta autoridad y rabia subyaciendo en su tono.

No entendí lo que había querido decir cuando preguntó por qué había un 'pícaro' en la habitación.  No sabía lo que era un 'pícaro', pero sabía que tenía algo que ver con mi madre y yo. Él también había mencionado a un humano y tanto mi madre como yo éramos humanos y probablemente los únicos humanos dentro de un radio de diez millas. 

Parecía que lo que sea que Lisa había gruñido en mi cuello había pasado desapercibido para quienes nos rodeaban.  No sabía qué quería decir con 'compañera', normalmente significaba amigo y estaba seguro de que Lisa y yo no éramos amigas.  Podía escuchar a alguien más que Lisa respirando pesadamente en la habitación y supuse que era su papá.  Su padre estaba más que furioso y yo sabía que si podía ver su rostro estaba seguro de que su rostro estaría rojo brillante y si era posible, saldría vapor de sus oídos.

"¡Has expuesto nuestra existencia y has puesto en peligro a toda nuestra manada!"  Su padre estaba gritando una vez más con voz feroz, y me encontré encogida de miedo ante Lisa, que me abrazó con más fuerza.

"¡Su mamá ya lo sabía y Jennie se habría enterado tarde o temprano!"  Lisa gruñó mientras quitaba la cabeza de mi cuello para poder mirar en su dirección.

No sabía cómo sabía mi nombre, ya que nunca recordé haberle dicho.  No le había dicho nada sobre mí y estaba un poco nerviosa de que ella supiera mi nombre cuando yo no se lo había dicho.  Me pregunté si mi madre le había dicho quién era yo y todo sobre mí cuando me había desmayado antes.  Esperaba que no lo hubiera hecho, ya que eso haría que la ya complicada situación fuera aún más difícil.

Lentamente moví mi cabeza hacia atrás para poder ver algo más que la camiseta negra de Lisa.  Pude ver a mi mamá parada a nuestro lado, con un pequeño ceño fruncido en su rostro mientras cruzaba los brazos a la defensiva sobre su pecho, sus ojos enfocados frente a nosotras.  Moví mi cabeza más atrás para poder ver al papá de Lisa.  Su rostro estaba rojo como yo hubiera pensado, sus manos estaban apretadas en puños a su lado y vi a la mamá de Lisa a su lado, con el ceño fruncido de preocupación en su rostro y una mano restrictiva en la parte superior de su brazo.

Los hermanos menores de Lisa, a quienes reconocí por las fotografías, flanqueaban el otro lado de su padre.  Aunque sus caras parecían aburridas al principio, la emoción se podía ver en sus ojos mientras exploraban la habitación.  Su atención se dirigió a mí cuando mi rostro fue visible;  Los vi a ambos respirar profundamente entre los dientes, lo que provocó que la atención se moviera momentáneamente hacia ellos mientras me movía hacia atrás para que una vez más me escondiera de la vista.  No había visto a nadie más en la habitación y supuse que todos los demás se habían ido cuando entró el padre de Lisa.

Sabía que habían visto los feos moretones que decoraban mi piel.  Los horribles tonos de azul y púrpura me molestaban, pero no podía hacer nada más que esperar hasta que se curaran.

𝑇𝑎𝑘𝑖𝑛𝑔 𝑊ℎ𝑎𝑡'𝑠 𝐻𝑒𝑟𝑠 | 𝐽𝑒𝑛𝑙𝑖𝑠𝑎 𝑔!𝑝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora