🌷Capítulo 23 [Cementerio]

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Mondo abre los ojos cuando escucha el sonido del despertador.

No tenía ganas de levantarse... De nuevo.

Ya había pasado una semana desde que no volvió a saber nada de Taka...

Mondo había continuado asistiendo a la academia, sí, pero realmente era como si no estuviera ahí. Se veía apagado, sin ganas de hablar y ni siquiera gritó cuando Togami habló sobre lo "plebeyos" que eran todos y cosas así.

Algunos de sus compañeros se preocuparon por el repentino cambio. Makoto, Aoi, Sakura y Sayaka se habían acercado para saber sobre el porqué de su estado de ánimo tan bajo.

Mondo no les explicó totalmente. Solo dijo que, técnicamente, había perdido a alguien... Muy... Importante para él. Ni siquiera pudo atreverse a ver la lástima que sabía que estaba pintada en las caras de sus compañeros, así que le pidió por favor a Chihiro y a los otros que les resumieran la situación sin mencionar nada fantasmal.

Por supuesto, después de saber más o menos lo que pasó, los chicos le dieron su espacio, no sin antes decir un "lo lamento mucho" que honestamente a Mondo ni siquiera le importó.

"Lo lamento mucho" era una frase que la gente decía cuando veían que la otra persona se encontraba débil.

Y él no era débil. Mondo Oowada era un bruto orgulloso que no dejaba que nada ni nadie se interpusiera un su camino.

O bueno.... Así quería mantenerse antes... Antes de Kiyotaka.

Porque, maldición, ya ni siquiera le importaba qué tan débil o jodido se viera ante los ojos ajenos, Mondo lo único que quería era estar al lado de el chico con la sonrisa más alegre, la risa más viva y los ojos más brillantes que había apreciado en toda su vida.

Mondo se preguntaba ¿cómo es posible que Kiyotaka haya tenido un impacto tan grande en él como para hacerlo olvidarse de todo lo demás?

Al final siempre llegaba a la misma conclusión: simplemente porque era él, solo... Kiyotaka Ishimaru.

El fin de semana pasó encerrado en su casa una vez más, sin embargo, el domingo había decidido hacer algo diferente.

Había tomado sus cosas, su chaqueta de los Crazy Diamonds, su celular y un poco de dinero para comprar flores antes de partir a su destino: el cementerio.

Una vez ahí, había caminado hasta finalmente llegar a la lápida que buscaba...

Daiya Oowada
199X - 20XX

hola, hermano... —susurró Mondo con la mirada fija en el nombre —se que es repentino.... No había venido a este lugar desde... Bueno, ya sabes... Desde el funeral.... Yo solo... —se aclara la garganta para intentar deshacer el nudo que sentía antes de soltar las siguientes palabras... —perdóname.... Por todo, ha sido mi culpa... Intenté vivir normalmente de nuevo como pediste, pero me fue imposible. Nadie, absolutamente nadie, pudo llenar el vacío que dejaste.... Hasta ahora

Hubo un silencio en el que Mondo se había puesto de rodillas y juntado sus manos a la altura de su pecho. Luego continuó.

conocí a alguien, de la manera más extraña posible... Él era un fantasma...
Y Dios, lo sé, seguramente te estarías riendo de lo raras y ridículas que son mis palabras si me estuvieras escuchando—Mondo comienza con una pequeña risa, luego cierra sus ojos —pero así fue. Resumiendo las cosas, estuvimos juntos casi un mes y pasaron muchas cosas... Nosotros... Nos hicimos amigos, lo ayudé a saber la verdad del porqué era un fantasma, descubrimos que estaba con vida, en coma en un hospital, convencí a su padre de dejarme estar a su lado- Dios, y su padre ¡¿sabes quién es?! ¡es el Demonio Justiciero! ¡¿puedes creerlo, Daiya?! ¡Fue muy difícil mantenerle la mirada sin cagarse de miedo! Bueno, también lo visité en el hospital, hablamos de temas clichés como el amor, yo... empecé a sentir cosas extrañas que me negaba a admitir en voz alta..., su padre iba a desconectarlo y cuando intenté hablar con él ¡casi me mata!, nosotros... peleamos por una estupidez cuando accidentalmente tuve un ataque de pánico y recordé el momento en el que te perdí... Luego yo... dejé de lado mi orgullo y me disculpé con él, le conté la verdad, le hablé de ti, de nosotros, de nuestra vida antes cuando éramos niños.... y él no me odio en absoluto... se mantuvo a mi lado sin importar nada, me ayudó a estudiar y esa noche yo finalmente acepté las cosas como eran... Yo no sentía algo "pequeño" como intentaba aparentar... Yo me había enamorado de él. Y aún lo amo, lo amo tanto, por Dios... Pero...

Ghost \Ishimondo/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora