🗂️Capítulo 25 [Sigue Adelante]

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—buenos días padre —la voz de Kiyotaka resuena en la casa.

Takaaki Ishimaru se da media vuelta para ver a su hijo entrando a la cocina y dándole una gran sonrisa alegre. Ya estaba vestido con el uniforme de Hope's Peak y con el maletín listo en la sala. Lo único que faltaba era un buen y delicioso desayuno para poder irse a la academia sin problemas.

—Buenos días Kiyotaka —Takaaki corresponde el saludo antes de que el sonido de la tostadora lo haga voltear.

—dejame ayudar —Kiyotaka pide alegre antes de que Takaaki le detenga.

—vamos Kiyo, dejame prepararte yo mismo el desayuno. Puedes sentarse tranquilo —dice el adulto mirando a su hijo.

—papá, ya has hecho tantas cosas por mí desde que me dieron de alta —Kiyotaka suspira y niega con la cabeza —dejame ayudarte ahora que estoy de vuelta en casa ¿sí?

Al escucharlo decir eso, Takaaki mira a su hijo unos segundos antes de dejar de lado el sartén, en donde preparaba unos pancakes, y en cambio acercarse a Kiyotaka para envolverlo en un abrazo.

Hay una pequeña pausa de unos segundos antes de que Kiyotaka poco a poco corresponda el abrazo de su padre. Lentamente le frota un poco la espalda para transmitirle tranquilidad.

Unos segundos después, Takaaki se separa un poco del adolescente, pero aún deja sus manos sobre los hombros de Kiyotaka.

—¿te sientes mejor? —pregunta el de obres rojos con una sonrisa suave. Takaaki le devuelve el gesto.

—sí... Es solo que... —se detiene un segundo y suspira —estas de vuelta en casa... De verdad estas aquí... Te extrañé mucho Kiyo.

—lo sé —Kiyotaka ríe un poco —lamento haberte dejado todo este tiempo... Debiste estar tan solo.

—no te disculpes Kiyotaka. Tu no eres responsable de absolutamente nada malo. Lo importante es que lograste despertar y ahora estamos juntos como familia —dice Takaaki, pasando su mano por el cabello de Taka sin despeinarlo—además, yo no estaba solo, algunas personas estuvieron junto a mi también anhelando que despertaras.

Hay un silencio en donde Kiyotaka piensa seriamente en las palabras que le dirá a su padre a continuación. Takaaki solo espera paciente a que su hijo acomode sus pensamientos.

—entre esas personas.... ¿También estaba Mondo Oowada? —pregunta por fin con la mirada fija en la expresión de su padre.

Takaaki no dice nada de inmediato. Solo se sorprende por la rudeza y los nervios que sobresalian del cuerpo y voz de Kiyotaka.

El hombre piensa un segundo antes de suspirar, darle unas palmaditas al hombro de su hijo y soltarlo por fin.

—ya te hablé de lo que sé sobre él, Kiyotaka. Lamentablemente no conozco más allá de lo que dije —dice Takaaki volteandose de nuevo para seguir preparando los pancakes antes de que se quemaran—si quieres, puedes ir poniendo la mesa. Ya casi está listo el desayuno.

Kiyotaka solo asiente en respuesta antes de marcharse de la cocina y hacer lo que dijo su padre.

Mientras ponía los platos y cubiertos, Kiyotaka piensa en su compañero Oowada. No sabía casi nada de él (a excepción de los relatos de su padre sobre su pandilla) y tampoco podía recordarlo en ningún momento. Por más que intentó, simplemente no pudo encontrar un momento en el que se hubieran visto o incluso hablado...

Cuando le preguntó a su padre sobre el motociclista, Takaaki le contó que no sabía por qué se habían conocido (qué él también no había creido posible su amistad), pero que Oowada había demostrado completamente que de verdad se conocían, que incluso eran cercanos, sin dejar ni una duda al respecto. Kiyotaka tuvo que conformarse con esa respuesta

Ghost \Ishimondo/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora