La gemela de Elena

Capitulo 9: La mujer es un arma de doble filo

Capitulo 9: La mujer es un arma de doble filo

Narra Jane

Estoy sentada lo más tranquila sobre el mini bar de los Salvatore, tomando algo de Bourbon. En eso entra el mayor de ellos.

— Hola Salvatore.

— Hola gemela malvada.

— ¿Si, ese es mi apodo? —Lo señale con el bazo de bourbon— tú apodo seria segundo lugar.

— Auch eso dolió aquí.

Señalo su corazón.

— Que pena, pero dije la verdad.

Se apareció al frente mío con su velocidad vampírica.

— ¿Qué pasa hoy no vas con tú novio el híbrido?

Apoye mi mano en su pecho lo empuje unos centímetros.

— Vete al infierno.

— Uhh terminaron.

— Ya quisieras Damon, solo hoy quiero quedarme aquí.

Me baje, deje el vaso vació en el mini bar y me dirigí a las escaleras. Pero mi camino se vio interrumpido por el vampiro ojos azules.

— Quítate de mi vista Damon.

Tome el hombro de Damon, lo empuje aun costado, subí unos escalones y el me jalo del brazo, apegando me a su cuerpo.

— Suéltame Damon.

— No quiero.

Me tomo la parte de atrás de mi cuello y me beso. Intente resistí al beso unos minutos pero se los correspondí. Sentí mi espalda chocar contra la pare, nos separamos unos centímetros.

— En mí habitación.

Volvimos apegar nuestros labios, ya no estaba contra la pare luego una leve brisa golpea mi espalda hasta caer en algo suave.

Mire alrededor es mi cuarto.

Damon agarro la parte del escote de mi blusa y la rompió. Comenzó a besar mi cuello.

—Damon.

Jadee.

Estire mis brazos debajo de mi almohada.

Cuando lo sentí, me separe de Damon, lo jale de la camisa y lo arroje a la cama.

Me le subí encima.

— ¿Te gusta dominar, no es así cazadora?

— Mucho.

Volví apagar mi labios a los de Damon.

Metí de nuevo mi mano debajo de la almohada, con mi otra mano tome el cuello de él y lo apreté con fuerza, separe bruscamente del beso y lo apunte con la estaca que tengo debajo de la cama.

— Será mejor que despertemos del sueño Damon, oh juro que te atravesare con la estaca del plano terrenal.

— Muy bien, eres muy lista.

Cerré los ojos y los volví abrir.

Esta vez estoy en pijama pero seguimos en la misma posición.

—¿Cómo lo dedujiste Jane?

— Es simple, me crié con vampiros desde los cinco años y soy cazadora desde los doce no están complicado saber cuando es realidad o cuando no, o cuando un vampiro intenta manipular tu cabeza.