Capitulo 14: Más de mí

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Capitulo 14: Más de mí

Narra Jane


Mire un rato más el ataúd del bastardo de John y empine un nuevo trago.

Klaus me llevo aun lugar aislado para que me tranquilice, después de eso fuimos a un bar por un poco de alcohol, necesitaba decestresarme.

—¿Amor? no es por abrumarte pero ¿Por qué quisiste venir aquí?

— Bueno Nick, es que solo quería desearles que se estén pudriendo en el infierno a la familia Gilbert.

— No crees que sea algo resentido de tu parte —Dijo Damon, mientras salia de entre las ataúdes.

— Lo dice el vampiro que le juro una eternidad de miseria a su hermano menor.

— Touche, pero porque tanto odio a la adorable familia Gilbert.

— Adorable mis ovarios, si ellos eran la familia perfecta yo soy pacifista y Katherine es una virgen pura.

— Es notable tú odio hacia tu familia de sangre.

— Odio es una palabra muy corta para describir la rabia que ciento por estos hijos de perra.

— Cuanto resentimiento—se sentó a lado mío— cuéntanos porque tanto odio.

— Por cual empezar —miro unos segundos la lapidas de los Gilbert— John el miserable que se hizo llamar mí padre.

Sentí como Damon pasa su brazo sobre mí hombro.

— Linda todo el mundo odia a John Gilbert.

Vi de reojo como Klaus toma el brazo de Damon y lo saca de mi hombro, él pasa su brazo por mí cintura y me apega a su cuerpo.

— Mantén distancia de mí chica.

Klaus se esta tomando muy apecho eso de fingir ser mí novio.

Agarre su muñeca, la aleje de mi cintura y tome distancia.

— El próximo que se atreva a tocarme le arrancare el brazo —mire a ambos con desdén— bien, mi odio hacia el hombre que dio una parte suya para que Elena y yo existiéramos se remonta en el momento que madre le anuncio que estaba embarazada, él le exige que aborte y ella se deniega a obedecerlo...

No pude seguir porque mi celular comenzó a sonar, deslice mi dedo por la pantalla y conteste sin mirar.

 Hola Phoenix.

— Hola Andy.

Damon me mira fijamente y no me extraña, me acaban de llamar por otro nombre.

— No tienes nada que reportar, digo por eso no llamas.

— No seas exagerada, sabes que cuando estoy en mis días no hay quien me aguante.

 Cierto y cuando vuelves.

Ya me extrañan.

 Claro, además eres la partera de la manada, que haríamos sin ti.

Se morirían, porque soy también la cocinera y la administradora.

 Siempre debes restregarle al mundo que eres un cerebrito.

— Que puedo decir, inteligencia, belleza y carisma en un solo ser es mucha carga para mí.

Tampoco olvidemos modesta, oh hay alguien que quiere hablar contigo.

La gemela de ElenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora