El asiático acariciaba su cien con lentitud, llegando a acomodarse sus lentes mientras veía aquellos papeles en la "comodidad" de su casa, soltando un pesado suspiro por como aquella mujer poco a poco se iba apegando más a el entre besos.
—Hey~, cariño~, vamos jefe~, hace días que no tenemos un poco de acción, yo ya te extraño así que, ¿Por que no dejas esos fastidiosos papeles y hacemos algo más divertido?~
Decía aquella japonesa, levantándose para empezar a desabrocharse su camisa dejando a la vista su voluminoso pecho junto a esa atrevida lencería rojiza, llegando a soltar risitas mientras se sentaba en el regazo del mayor, dejandole besos más lujuriosos en su cuello y labios mientras se iba quitando su corta falda y tacones.
China, por su parte solo se dejaba llevar, sabia perfectamente que la menor tenía razón, había pasado por bastante estrés últimamente, y, si se abstenia aquella joven podría llegar a hacerle berrinches que le darían más trabajo a su larga lista de responsabilidades.
Así, sólo fue correspondiendo a cada pequeña acción...a cada caricia y beso, intentando de alguna manera obtener energías o contentarse ante el hecho de estar con alguien tan joven y radiante..
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My young boy.
RandomArgentina, tras vivir tantos años de soledad y tristeza, decide por fin acabar con todo, terminar con su pareja, aquel hombre empresario que es mucho mayor que el, irse de la casa en donde vivió más de 7 años, dejar de pensar en que dirán los demás...