- ¿Quién...? ¿Quién...? ¿Quién es...?.
[Un recuerdo, un sueño; algo efímero].
- Alguien importante, alguien a quien no debí olvidar... ¡Alguien a quién no quería olvidar!
[Aventurándose con su mejor amiga después de la 'muerte' de su abuelo].
- ¿Qui...
9760 palabras!! Me superé por 60 palabras esta vez XD.
Bueno gente, no sé cómo me haya quedado la pelea contra el minotauro, realmente me retraso porque borraba y eliminaba la escena, en mi mente se desarrolla bien mamalona, pero a la hora de redactarla se me dificultó un poco XD.
Sin más que decir...
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¡¡¡QUE COMIENCE EL JUEGOOO!!!
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- CORREEEEEE!!! Corre y no mires hacia atrás Welf!!!
- Ahhhh, maldición!! Por qué nos pasa esto a nosotros?!!
- No es momento de hacer preguntas, es momento de correr!!!
El equipo conformado por el peli-blanco y el peli-rojo estaban siendo perseguidos por un minotauro irregular increíblemente poderoso.
Pero como pasó todo esto? Bueno, retrocedamos 2 días para saberlo.
***
- Entonces tu familia tendrá una expedición en dos días?; se escuchó la pregunta por parte de Bell.
- Sí, será por lo menos un mes de estar en el calabozo; contestó Riveria.
- Ya veo, tenga cuidado y mucha suerte en su expedición Riveria-san; le dijo Bell con una radiante sonrisa mientras miraba hacia arriba el rostro de la bella hada.
Sí, hacia arriba.
Hoy fue su ultimo día de entrenamiento, el ultimo día de las tres semanas que compartieron. Riveria decidió terminar este día a mitad del entrenamiento y tomar un merecido descanso los dos, cosa a la cual Bell no se negó.
Decir que se avergonzaba al estar en el regazo de Riveria ya es estúpido, había recibido tantas que ya estaba acostumbrado a ellas y no se oponía, aunque un ligero rubor se hacia presente en sus mejillas de todas maneras.
Ambos están bajo el árbol del patio, Riveria dando una almohada de regazo y Bell recibiendo una, todo mientras hablan de cosas sin importancia y Riveria acaricia el cabello de Bell.
No hace falta decir que Bell ha mantenido esto en secreto de su diosa y compañera Axela, no quiere pensar en lo que le harían si se enteraran de esto.
Pero dejando de lado las explicaciones, volvamos a la plática de esta bella pareja.
- Gracias Bell, espero que mis lecciones eviten que vuelvas a exponerte en el calabozo como la primera vez que te encontré; le contestó la hada.
- Ha - ha... seré mas cuidadoso Riveria-san, te lo prometo; dijo con una voz segura y firme.
- Me alegra escuchar eso...; respondió la Elfo, para después continuar sus palabras - O-oye, Bell...
