- ¿Quién...? ¿Quién...? ¿Quién es...?.
[Un recuerdo, un sueño; algo efímero].
- Alguien importante, alguien a quien no debí olvidar... ¡Alguien a quién no quería olvidar!
[Aventurándose con su mejor amiga después de la 'muerte' de su abuelo].
- ¿Qui...
Bueno, este SS viene por parte de que el capítulo anterior, "Asesino de Titanes", fue el cierre del primer arco, y para el segundo arco es necesario leer este capítulo.
Si gustan por igual pueden no leerlo, pero aquí se explica y muestra todo el estado de Axela, que va a ser esencial haber leído cuando llegue el capitulo de su pasado, que es en este arco que viene.
En fin, espero les guste, en lo personal a mí me gustó jsjsja
Sin nada mas que decir...
Oh cierto, los sucesos de este capítulo ocurren inmediatamente después del segundo capítulo de la historia, "Ciudad laberinto y una diosa de la belleza" y termina un día antes de que empiece el capítulo 3, "Un encuentro con la muerte".
En pocas palabras, es el capítulo 2.5.
Ahora sí...
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¡¡QUE COMIENCE EL JUEGO!!
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-- Maldición, justo cuando estaba teniendo mi cita con Bell y me mancho la camisa.
El comentario lleno de molestia vino por parte de Axela, que se estaba quejando por ser tan despistada.
Estaban en su sexto día en busca de un buen dios que los acepte, pero no habían tenido mucha suerte.
Ahora mismo Axela estaba yendo al monumento de los héroes, en donde se encontraría con Bell después de haber ido a cambiarse a la posada donde están rentando.
La tarde estaba cayendo, llegando a la hora acordada con el peli-blanco.
-- Debo apurarme, no quiero hacer esperar a Bell; susurró la joven mientras aceleraba el paso.
Corriendo por las calles de Orario, la chica llevaba una sonrisa de mejilla a mejilla.
Era verdad que seguían sin tener suerte al encontrar un dios decente, pero a ella poco le importaba.
Sí al día de mañana, el último en la posada, seguían sin encontrar un dios, ella se aseguraría de encontrar un trabajo para poder apoyar a Bell.
Con esos pensamientos en mente, siguió corriendo hacia el punto de encuentro con su amado.
Su vista se amplió después de unos minutos y se detuvo en la entrada de su destino, maravillándose con la vista que le daba el descendente ocaso.
Entró al lugar y buscó con su mirada al peli-blanco, cosa que no le llevó mucho tiempo.
