Por Una Canción (Mikelex) **Terminada**

Cap.5 ¿Cómo llegó a eso?

~~•Al día siguiente. Con Flex•~~

Flex: *se sienta en la cama* Agh, mi cabeza

Sparta: ¿Estuvo fuerte o qué?

Flex: Ese es el problema... No lo sé

Sparta: ¿¡Cómo no vas a saber!? Siempre recuerdas todo lo que pasa las noches anteriores

Flex: Lo siento pero simplemente no recuerdo

Sparta: Ehh supongo que tampoco sabes con quien te metiste

Flex: Solo recuerdo su cabello rubio y ojos grises

Sparta: (Mierda) Bueno Flex, los hombres son extraños y puede que te hayan drogado

Flex: Eso nunca me había pasado

Sparta: No porque los demás no lo pensaron pero este si

Flex: Tú conoces con quien me acosté, ¿Verdad?

Sparta: Ehh, ¿No? *sonríe nervioso*

Flex: Sparta... Dime la verdad

Sparta: Es que no tengo permiso a decir las identidades de las personas que vienen aquí, perdóname pero Raptor así lo quiere

Flex: Entiendo, no te preocupes, está bien

Sparta: Gracias, ¿Te llevamos a casa? *se levanta de la cama*

Flex: Claro *sonríe y también se levanta*

Narrador/a:
Flex y Sparta salieron del lugar hacia el auto de Raptor quien terminaba de cerrar el lugar.

Carlos siempre ha sido una persona a la que le gustan las cosas fáciles y es por ello que aún vive con sus padres.

Las clases en su etapa de educación no eran su fuerte. Algunos días no asistía y cuando lo hacía, no precisamente era para trabajar.
Lo normal era que no prestara atención, reprobara y simplemente sacara de quicio a sus docentes.
Él terminó la educación secundaria solo de milagro.

La preparatoria ya ni siquiera le interesó, prefirió buscar algún empleo que le dejara dinero sin hacer nada, o casi nada.

Ari, una persona que desde pequeña ya pensaba como adulto pero no me mal entiendan, me refiero a que a él de una u otra forma, siempre estuvo interesado en aprender de los negocios de su padre aunque su jóven mente no estuviera preparada.

Él tuvo las mejores intenciones de trabajar pero la vida no lo dejaría tan fácil.
Un accidente automovilístico dejaría a su padre incapaz de enseñarle sobre sus negocios.

En vez de deprimirse, salió adelante por él. Primeramente trabajó de cajero en un supermercado pero a la larga ya no le dejaba tanto dinero.

Después trató de trabajar en una veterinaria pero el no sabía mucho de animales, solamente ayudaba en caja; igual no le dejó tanto dinero.

Finalmente trabajó en una farmacia y ahí se había adaptado mejor.

Una noche, caminando por las oscuras calles de la ciudad, llegó a un club nocturno pero no era cualquiera, si no uno para personas especiales o más bien; gays.

Entró sin tener un mínimo conocimiento de ese lugar. Llegó a sentarse en una mesa casi apartado de todo mundo y en cuestión de minutos ya lo atendía un chico castaño y ojos del mismo color.

Pensaba que era algo jóven para trabajar en un lugar así pero no juzgó su forma de vida. Entabló una conversación más profunda con el muchacho y le prometió sacarlo de ahí, no quería verlo en un lugar así.
El chico de cabello castaño claro le dijo que no había problema, total, ya estaba acostumbrado.