Cap.38 ¿Amenazas?

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El rubio iba llegando a su departamento y entrando, recordó que Flex también salía a trabajar, así que no le quedó de otra más que sentarse en el sillón de la sala a ver algo en la televisión.

Horas después, la puerta del departamento se escuchó abrirse y de ahí, se veía el peliazul llegando con algunas bolsas del supermercado.
Entró y dejó todo su mandado en la mesa de la cocina.

Flex: ¿Mike? ¿Dónde estás? *se asoma a la habitación*

Mike: ¡Acá, Flexito! *desde el balcón*

De un momento a otro, Flex empezó a toser un poco y se acercó a donde el rubio.

Flex: ¿Q-qué haces? ¿E-estás fumando?

Mike: Y bebiendo un poco, no te preocupes *con tono relajado*

Flex: ¿¡Qué no me preocupe!? Mike, tienes que cuidar mucho tu salud. Ahorita estás débil

Mike: No estoy débil, o bueno, no tanto

Flex: Bueno, en eso tienes un poco de razón, pero aún así, no te descuides

Mike: Solo es un cigarrillo, no te preocupes

Flex: *ve la pequeña mesa que tenían en el balcón y le regresa la mirada a Mike, serio* ¿Llevas 5 perlas negras? ¿¡En serio!?

Mike se quedó paralizado y en silencio, apagó su cigarrillo, para meterse al departamento caminando a pasos pequeños.

Mike: No, esos no son míos

Flex: ¿Entonces de quién? ¿¡De la vecina!?

Mike: Posiblemente *llega a la puerta de la habitación*

Flex: Mike, yo no te voy a prohibir tomar, pero tampoco exageres. Sé que te gusta mucho esta bebida, aunque debes limitarte un poco

Mike: Mmm, tal vez quise retomar esos años, pero sinceramente... Ya estoy viejo y acabado *ve al menor*

Flex: No lo estás *recoge los vasos de las bebidas* Todavía te queda mucho por vivir

Mike: Ehh, p-puede ser que si

Flex: Y... Si no es así, yo te ayudaré a vivir los años que te quedan al máximo, ¿D-de acuerdo?

Mike: Si, Flex, m-muchas gracias

Flex: De nada *sonríe, entra al departamento, cierra la puerta del balcón y va a dejar los vasos al fregadero de la cocina*

El rubio entró en la habitación y empezó a cambiarse el traje por algo más cómodo, tal vez un pants con una playera holgada.

Mientras Mike se colocaba la prenda superior, su celular vibró varias veces, así que terminó de vestirse y agarró el aparato en sus manos. Eran unos mensajes muy inesperados.

Dieguito 😽
Hola, Miguel. ¿Cómo estás?

Dieguito 😽
Espero que bien

Dieguito 😽
Quería informarte que estoy más
cerca de lo que crees

Dieguito 😽
Solo quiero arreglar las cosas.
Estuve mal y lo reconozco, pero
te sigo amando mucho, mucho

Dieguito 😽
Pronto te veré... 💞

El rubio se quedó pasmado viendo su celular y tras leer esos mensajes, su respiración empezó a descontrolarse bastante, pues la desesperación le estaba ganando.

Por Una Canción (Mikelex) **Terminada**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora