11 | ENFRENTAMIENTO

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—Bienvenidos a su cuarto juego...—declaró la voz robótica. Puse mis manos en mis bolsillos. —Este juego será en parejas. Encuentren a alguien con quien quieran jugar. Cuando dos personas formen un equipo, y se den la mano, serán compañeros. Tienen diez minutos. 

Suspiré y tome asiento. Odiaba despertar abruptamente y sentía que el pecho aún me molestaba. Observe a mi alrededor. Seguramente Gi-Hun iba a hacer equipo con el viejo, y luego no confiaba en nadie lo suficiente como para agruparme pero sabia que debía. 

La desquiciada comenzó a implorar por una pareja. —Todos quieren jugar conmigo pero dudan. ¿Quieren que decida yo? 

Observe el reloj. 08:12 minutos. 

—Deja de hacer el ridículo. —murmuró Sae-Byeok —Eso no hará que jueguen contigo. Sé sincera. No quieres a una mujer o a un anciano como compañero. 

—Claro que no. Nuestras vidas están en riesgo. —respondió uno de los tipos que se habían sumado en el último. 

—Tienes razón —respondió el pastor —Por algo Dios creo a Eva de la costilla de Adán. Los hombres y las mujeres juegan roles distintos. 

—Yah, idiotas, esto no es el Jardín del Edén. 

—Ganaste el juego de la soga con mujeres y un anciano— murmure por lo bajo. 

Kang Sae-Byeok se levanto de su lugar. —¿Dónde vas? —preguntó Gi-Hun. 

—¿Qué? ¿Quieres unirte a mi? 

Gi-Hun no respondió. 

Varios comenzaron a buscar equipos por otros lados. La desquiciada bufo —Idiotas. —maldijo —Cometen un gran error al no querer hacer equipo conmigo. 

Sang-Woo hizo equipo con Ali. 

Me levante de mi lugar y volví a tomar asiento escalones más arriba para poder observar a todos. En su mayoría ya tenían pareja. Pero cuando comencé a contar la cantidad de jugadores note que éramos un numero impar. Alguien se quedaría solo. 

Fruncí el ceño y le lance una mirada a los guardias. ¿Alguno de ellos seria Jun-Ho? ¿O el ya estaría muerto? ¿Porque seguía pensando en él?

04.06 minutos. 

Me perdí en mis pensamientos. En miles de teorías sobre que podría ser ese juego. ¿Jugaríamos en parejas contra otras parejas? ¿Nos enfrentarían? ¿Seria alguna especie de reto que sobrepasar? 

Noté que Gi-Hun enlazó manos con el anciano. Sonríe y me levante. Debía encontrar a alguien. 

—El tiempo de formar parejas ha terminado. 

Me quedé estática en mi lugar. Mire el reloj con horror. Aquello no podía ser. Quedaban más de tres minutos cuando lo observé por última vez. Un guardia se acerco a mi lado y le mire. El pánico me atacó pero intenté no demostrarlo.

Busque entre los jugadores que comenzaban a salir a Gi-Hun —¡Gi-Hun!— le llamé. Él y el anciano me miraron. Noté el susto en sus ojos cuando fue consciente del guardia a mi lado, quiso acercarse pero no se lo permitieron. Forcejeó pero terminaron por asustarle con un arma.

—¿Por qué no tienes compañero?— preguntó mientras lo empujaban a la salida. 

Por estúpida, pensé. —Somos impares— declaré antes de elevar mis pulgares en su dirección ignorando mi propio susto. —¡Suerte! 

Una de las últimas en salir fue la desquiciada, la cual, me miro con soberbia ante mi estupidez. Cuando las puertas se cerraron y quede sola con varios guardias, mi situación me callo como un balde de agua fría. Juraba que tenia más tiempo. Dos tipos con triángulos se acercaron hacia mi y pese a que di varios pasos hacia atrás, me sostuvieron por los brazos con éxito. —¿Qué va a pasar? — cuestione —Éramos jugadores impares— declaré como si aquello fuera prueba suficiente de que merecía vivir. Comenzaron a jalarme hacia la puerta pero en ningún momento me apuntaron las armas o me dieron un indicio de que me quería asesinar. 

WILDEST DREAMS | SQUID GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora