CATORCE

146 16 3
                                    

"SAFADITA"

Bien. Hoy es el día. Llevo cuarenta y ocho horas pensando esto, y creo que he tomado mi primer decisión. Hablaré con Peeta, porque haya un Gale-Johanna, Johanna-Gale o no, de todas formas ha llegado el momento de aclarar mi cabeza y poner eso en sintonía con lo que sea que mi corazón esté tratando de decirme.

Quisiera tener alguien que me diera un consejo, pero me da vergüenza contarle mi lío de chicos a mamá y Primrose... La he llamado cuatro veces hoy, debe estar demasiado ocupada porque no me ha respondido.

La extraño tanto.

Ahora que lo pienso, creo que ella no tiene ni idea de que he terminado con Gale o de que he teñido mi cabello, de que intento redescubrirme. Y habiendo decidido que no iré a España a perseguir esa beca... Ugh. Se siento como que no la veré de nuevo, nunca.

Sé que pierdo una oportunidad muy grande rechazando esa beca, pero mi vida está aquí y no creo pertinente sólo alejarme de algo que ya conozco, pero que, recientemente, he descubierto que no es como yo pensaba, sin descubrir cómo es la verdad de las cosas, cómo soy yo ante esta nueva verdad. Primero tengo que entender a la vieja yo, para saber quién es la Katniss actual. Después perseguiré nuevos horizontes.

A lo mejor suena tonto, pero es lo único de lo que estoy segura ahora mismo.

Una parte de mi corazón está aquí, con mamá, mis amigas... con Peeta y Gale... Con estos últimos, sólo hace falta definir en qué lugar está cada uno. ¿Cuál está en la línea del amor y cuál está en la línea de la amistad?

Antes ni muerta habría metido a Mellark en esa lista y ahora dudo de si era él quien me mueve el tapete —guiño, guiño— o si sólo me estoy volviendo loca.

Así que Prim tendrá que esperar un poco más. Al fin y al cabo ella ya tiene toda esta parte resuelta. Estudia lo que quiere y no dudo de que haya algún muchachón por ahí que le llame la atención. A veces no me creo que tengamos la misma cara y la misma edad. Tiene muchos más logros que yo, ella se preocupa de cosas tan relevantes, mientras que yo me debato con estas cosas... Muero por saber todo lo que ella ha hecho por allá, por saber de papá... Y ya ni hablar de Thresh. Ese tonto amoroso con un complejo de héroe que tengo por hermano... Ah... Se llevaría bien con Mellark. Lo sé. Thresh puede verse rudo, pero por dentro es un flan napolitano. Dulce y blandito.

En fin, extraño a mi familia. Espero que cuando finalmente encuentre quién soy, ellos me acepten.

...

A pesar de que hemos quedado a las 5:30 de vernos, se me ha hecho un poquitín tarde y termino llegando a su casa a las seis. Peeta no se ve para nada sorprendido o mosqueado por mi retraso. Él me da una sonrisa y me deja pasar.

—Hola. ¿Qué tal tu día?

—Hey. Bien. Lamento haber llegado un poco tarde...

—Puede que no lo creas, pero he aprendido un par de cosas acerca de ti en estos meses, y una de ellas es que rara vez eres puntual...

—Lo lamento, en serio. Si quieres podemos poner otro día...

—No. Intento decirte que ya sabía que llegarías más o menos a esta hora. Está bien. Es el momento perfecto, de hecho. Nadie ha llegado a casa, así que somos libres de hacer desastre. A menos que quieras salir.

—Prefiero quedarnos aquí, si no te molesta.

—En lo absoluto... ¿Estás bien, Katniss?

—¿Yo? ¡Claro que sí! Súperbien. ¿Por qué no habría de estar bien?

LOVE IS A LOSING GAME | EVERLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora