UNO

706 37 10
                                    

"PEETA NO ES UN POLLITO"

NARRA KATNISS

Esta vez sí lo voy a matar. Peeta Mellark ya estaba en mi lista negra de por sí, pero ahora es su cabeza la que pido.

Mira que insultarme como siempre me habría sido indiferente, pero se ha pasado con lo de esta mañana ¡Y los idiotas de sus amigos han tomado vídeo! ¡Es un bastardo!

-Se la vas a devolver, ¿cierto? -me pregunta Johanna

-JAJAJAJA ¡Claro que sí!

Me muevo por el pasillo, mientras arranco de las paredes todas las estúpidas fotos que han pegado sobre mí. Johanna me sigue, también deshaciéndose de los volantes vergonzosos. Doblo la esquina hacia la cafetería y tiro todos los volantes al basurero. Nada más levanto la cabeza, mis ojos se clavan en mi objetivo.

Mis tacones resuenan en el suelo de la cafetería conforme avanzo hacia Peeta Mellark y su estúpido círculo de amigos. Cuando estoy a unos pasos, grito su nombre para hacerme notar. Sigo caminando y empujo a dos de sus amigos gorilas sin importarme nada para estar frente a él.

-Creí que no eras de esos que jugaban sucio, Mellark.

-Katniss Everdeen... o debería decir Kat: Miss Everbeer

Peeta ríe de su chistesito y choca las manos con algunos de sus amigos que celebran su estupidez. Intento mostrarme impasible.

-¿Eres idiota? No sabes con quien te estás metiendo, Mellark. Además, habla muy mal de ti publicar videos de chicas ebrias...

-Tu amenaza, bonita -dice sin borrar de su cara la sonrisa, la petulancia o la hipocresía, no sé cuál va primero- No suena nada alarmante si me miras con esos bellos ojos.

-Tu intento de halago -digo- no sirve de nada si se lo dices a todas las chicas para acostarte con ellas -sus amigos se ríen y hacen el típico "ohhh" demostrando que lo he puesto en su lugar, él frunce los labios un momento, pero recupera su posición de inmediato cuando alza una ceja y me sonríe; yo hago lo posible para no perder mi postura firme.

-Me lo tomaría como ofensa si no tuviera ya experiencia; Katniss, si quieres acostarte conmigo sólo necesitas pedirlo, no usar indirectas.

-No te sientas el centro del universo, Peeta.

-Soy el centro de mi propio universo ¿Qué te parece aquello? -bromea.

-Pues que un hoyo negro está absorbiendo toda tu inteligencia...

-¿Te crees mejor que yo, Katniss? -avanza un paso hacia mí, con las manos en los bolsillos de su chamarra azul.

-Soy mejor que tú -afirmo. Doy un paso también.

La gente ha notado que estamos aquí, como siempre, somos los chicos más populares de la preparatoria; sin embargo, somos polos tan opuestos como el agua y el aceite. No es raro que estemos rodeados de gente y de chismes, y como es último año, estos corren en más cantidad y menor tiempo.

-Demuéstralo -dice Peeta. Da otro paso, hay un punto en el que nuestras caras se encuentran a centímetros, mirándonos fijamente a los ojos, retándonos mutuamente- Tienes los cuatro meses restantes del ciclo para hacerlo. Esto es guerra, Everdeen, y en la guerra todo se vale.

-Trato hecho. Pero si pierdes...

-El que pierda, escogerá el castigo del otro. -habla él- ¿Estás dentro?

Él me extiende una mano como propuesta para cerrar el trato. Si la acepto, estaré firmando tanto mi sentencia de muerte como la suya, pero si la rechazo, estaré aceptando mi derrota; y eso, eso es imposible para Katniss.

LOVE IS A LOSING GAME | EVERLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora