QUINCE

153 12 1
                                    

"UNA PÍLDORA DIFÍCIL DE TRAGAR"

Escucho mi teléfono vibrar desde mi escritorio. En general no hago llamadas a la gente, soy más una chica de SMS, pero en esta ocasión, el tono de llamada me dice que no debo ignorarlo.

—¿Hola? —respondo esperanzada.

—¿Katniss?

La voz de mi hermana al otro lado del teléfono tiene un efecto mágico en mí. En un segundo, mi fastidio por haber pasado la última hora haciendo tarea de matemáticas desaparece y es sustituído por emoción pura.

—¡Prim! ¡Eres tú!

—Sí, recibí tus llamadas. Lamento no haber podido responderlas.

—No importa —miento. Claro que me importa. Mucho. Estoy más que molesta por ello, pero no pienso perder estos minutos de comunicación para pelear—. ¿Qué tal todo?

—Genial por acá. Papá ha estado triunfando en el trabajo, igual que yo. La doctora a la que le ayudo por las tardes ha comenzado a enseñarme cosas mucho más importantes y que me servirán para la Universidad. Estoy tan feliz, Katniss. No puedo esperar a entrar.

—Genial... y ¿Qué tal África?

—¡Oh, fue estupendo! También fue triste, ver a toda esa gente tan necesitada... Además no estuvimos por mucho tiempo, pero fue lindo mientras duró. Quiero pensar que en verdad ayudamos en algo, aunque sea un detalle pequeñísimo.

—Estoy segura que sí.

—Bueno, bueno. Suficiente de mí. Cuéntame todo. ¿Cómo está Gale?

—Bien, supongo... Terminamos hace no mucho; es decir, él terminó conmigo.

—¡Oh, lo siento tanto, Katniss!

—No lo sientas. Parte de eso es mi culpa. Es sólo que... No sé si deberíamos intentar una segunda oportunidad...

—Bueno, eso es algo que debes de decidir sin prisa, hermana.

—Claro, claro. El problema es que no puedo hacer eso.

—¿Y por qué no? Espera. ¿Hay otro chico?

—Algo así, sí.

—¡Katniss!

—Lo sé, lo sé. No fue... Nada respecto a él fue planeado. Pero él ahora es un parásito en mi corazón y en mis pensamientos...

Suenan coches al fondo y con eso sé que ella esta en la calle.

—No lo tomes a mal, pero eso no suena como que estés interesada en Gale en lo absoluto.

Ella no repara en tratar de suavizarlo ni un poquito. Ojalá fuerza más como ella. Mas racional, menos sentimental, menos complicada.

—Sí bueno yo no diría eso. Gale es... una parte importante de mí —respondo, emocional.

—Pero ha dejado de serlo de un modo... romántico.

—¿Por qué suenas tan segura de lo que dices? Ni siquiera yo sé con certeza.

—Porque, querida, tu voz te delata. Di su nombre, Kat. El nombre del otro chico.

¿En serio se me nota tanto?  ¿Podría ser cierto que todos mis problemas y dudas se resuelvan con una llamada de mi hermana?

Prim es buena leyéndome, mejor que nadie, quizás deba intentarlo, decir su nombre en voz alta, a ver si así dejá de dar vueltas en mi cabeza como si hubiera terreno baldío en venta y quisiese instalarse allí.

LOVE IS A LOSING GAME | EVERLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora