Not Friends - Hwang Hyunjin [+18] ✔️[EDITANDO]

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Un año.

Pasó un año desde que decidí tomarme un tiempo para recuperarme mentalmente de todo ese agotamiento como lo eran los obstáculos que no me dejaban avanzar. Un año en el que estuve perfeccionando mucho mi vida, un año en el que estuve pendiente de nada más y nada menos que de ella.

En ese año pude pensar en muchas cosas incluso Haeri me recomendó que hablara con su padre, psicólogo, y me sirvió de mucho porque en verdad lo solté todo.

Pude recuperarme perfectamente y escuchar consejo de una persona experta que veía todo desde un mejor punto de vista.

Las cosas estaban marchando muy bien, pero mentiría si no mencionara que todas las noches pienso en cómo sería si él estuviese conmigo. No obstante alejé por ahora ese pensamiento de mi mente. Y pues bueno, yo estaba hoy en la casa de mis padres porque en una semana comenzaría la universidad, y el nuevo año.

—¿Tienes dinero?— asentí.

—Trabajo a medio tiempo en una cafetería.

—No es necesario, Hayden, puedo pagártelo— dijo mi padre llevándose el café a los labios y dejando el periódico de lado.

—Me gusta esto de ser independiente.

—Que tu hermana no te escuche decir eso, le dará un ataque— dijo mi madre desde la cocina y los tres reímos.

Después mi padre se quedó mirándome unos momentos como analizándome.

—Los Hwang están al lado.

—Quiero hacerles una visita...—dije y apreté los labios antes de preguntarle algo a papá— ¿Qué pasó con Haejun?

—Si antes tenía cargos por asesinato y todos los delitos posibles— me miró a los ojos— Ahora los tiene mucho más, nunca saldrá.

—Aún no puedo creer que se haya hecho pasar por muerto...—dije entrecerrando los ojos y nos quedamos un rato hablando del caso y de cómo todo había sorprendido al mundo entero.

Obviamente les conté más a cerca de cómo iba mi vida y de que comenzaría la universidad, ellos la pagarían porque dicen que es su obligación como padres, incluso vi a Amber y ninguna de las dos nos peleamos sino que todo lo contrario, aunque ya saben, siempre está ese momento en él que...;

—¿Puedo quedarme con tu cuarto?

—¡Amber!— le reclamó mi mamá desde lejos.

—¡¿Qué?! ¡El mío es muy chico! ¡Y además ella se mudó!— respondió la pequeña dándole una patada al suelo y yo sonreí.

—Puedes quedártelo, pero se quedará cómo está.

—¿Por qué?

Suspiré mirando la puerta de mi vieja habitación.

—Porque en esa habitación hay historia— dije con un deje de nostalgia, le sonreí a la pequeña unos segundos para después caminar y tomar la manija de la puerta, estaba esperando encontrar algo distinto pero todo seguía exactamente igual.

Igual a cuando todo sucedió.

Igual a las noches en las que estuve aquí con mis amigos, con él.

Con ese chico al que le mandaba cartas cada mes y nunca respondía, ese del que nunca supe porque así él lo quiso.

No sé cómo está llevando ese proceso porque una vez fui a verle y no me dejaron entrar a la clínica, desde se día, entendí que en verdad hablaba en serio.

Me asomé por la ventana, y la suya estaba cerrada, yo sonreí sin poder evitarlo.

—Okey, ya es hora de irme.