El Secreto de los Híbridos II Rubegetta II Willgan II

XXIII

09 de Mayo.

N. Willy

Me encontraba subiendo por el ascensor de Vegetta para llegar a su mansión pues me había llamado diciendo que teníamos que discutir un asunto con urgencia, cuando llegue a su muralla me prepare para gritarle para que me abriera pero no espere que alguien saltara de esta hacia mi.

-Willy- me saludo el niño con gorro de oso, quiero decir Rubius -Por fin llegas, ven te estamos esperando- dijo rápido mientras se levantaba para ayudarme a hacerlo también.

-Rubius pero ¿qué te pasa? tío, ¿qué haces aquí? además ¿por qué saltaste así de la nada?- dije sacudiendo mi ropa.

-Eso no importa, vamos que se hace tarde- me empujo hasta la puerta mientras hablaba, una vez cerca se acercó al lado del escáner facial y descubrió un teclado.

-¿Desde cuándo Vegetta tiene una contraseña? y ¿Como es que tu sabias sobre esto?- preguntó curioso.

-Ehhh... lo tiene desde ayer, desactivo el escáner para que yo pudiera entrar y salir sin tener que estarlo llamando, tiene muchas cosas por hacer- hablo rápido intentando parecer tranquilo pero note como se sonrojo levemente.

Desde el cumpleaños de Samuel he notado que esos dos se han estado comportando muy distinto, Veg ha estado ayudando a los aldeanos más de lo normal, incluso ha perdonado varias ilegalidades y sobre todo siempre mantiene una sonrisa boba en su rostro; Por otro lado Rubius no puede estar quieto por mucho tiempo sin terminar abrazando a alguien, también ya casi no discute conmigo en la hermandad y tiene la misma sonrisa que Sam.

Antes de que le puede preguntar algo más, abre la puerta y me empuja hacia dentro llevándome a un lado de la mansión de Vegetta para encontrarme con todos mis amigos llevando comida a una gran mesa.

-Hasta que te dignas en aparecer- hablo Mangel colocando un pollo asado en la mesa -Si te demorabas un minuto más Auron y Lolito se iban a comer tu pastel de cumpleaños- señalo donde estaba el pastel y como a unos cuantos pasos estaban Raul y Manuel creando un plan para llevarselo.

Esperen, dijo cumpleaños, -No me digas que olvidaste nuevamente tu propio cumpleaños, compañero- mire a mi lado encontrándome con Vegetta, quien me sonrió para pasar su mano por mi cabello desordenandolo.

Es cierto que en los últimos 2 años me he olvidado mi propio cumpleaños, pero es porque en estas fechas habíamos estado con muchos trabajos y esta vez es porque he estado pensando cómo podría convencer a Fargan para que no se vaya del pueblo.

-Vale, ya basta con el concurso de miradas, empecemos a comer antes de que Rubius se trague toda la comida- hablo Axel ganándose una mirada ofendida del rubio.

-Tienes razón, aunque no creo que Rubius pueda con todo esto- dije sentándome listo para comenzar a comer -Oye Vegetta no crees que exageraste con la comida esta vez- comente viendo los distintos platillos en la mesa.

-No me mires a mí- respondió mientras se acercaba a la mesa tomado de la mano de Rubius -Esta vez yo solo fui el ayudante, Fargan cocino todo esto, agradécele a él- terminó señalando al castaño que estaba dejando un último plato en la mesa.

Susurre un pequeño gracias hacía él intento controlar mis emociones, no podía creerlo, Fargan cocino todo esto por mi cumpleaños no podría estar más feliz.

-No sabia que Fargan supiera cocinar tan bien- habló Luzu después de que comenzamos a comer -Lo dijo en serio tío, está delicioso- los demás lo apoyamos halagando también su comida.

-Soy un saco de sorpresas- respondió el castaño con su atractiva sonrisa arrogante.

-Cómo no va a cocinar bueno, si le toco aprender para poder alimentarnos bien después de la muerte de nuestros padres- dijo de la nada Rubius en voz baja sin prestar mucha atención a lo que decía.