XXXI

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Hace mucho tiempo, en los inicios del mundo todas las criaturas convivian en completa armonía, pero la interacción que más destacaba era la de los híbridos con los humanos, aprendiendo y descubriendo cosas nuevas se ayudaron mutuamente para evolucionar juntos.

Entre uno de sus descubrimientos fue la magia, la cual sería la causa de que tan bella relación destruyera, todo porque en los humanos nació la envidia de que a los híbridos les fuera más sencillo hacer magia, y en algunos híbridos nació el egocentrismo al creerse las criaturas más poderosas del mundo.

Para evitar que estas dos especies perdieran su armoniosa relación, los siete dioses crearon a las criaturas de la noche para que fueran un desafío que ambas especies debieran enfrentar juntas dejando a lado sus pequeños conflictos; el pequeño plan de los dioses funcionó por un par de milenios hasta que los humanos descubrieron que podían controlar a las criaturas de la noche con la ayuda de la magia y de algunos sacrificios, de esta manera nació la brujería, la magia negra y las lunas de sangre.

Con la llegada de las lunas de sangre solo era cuestión de tiempo para que la débil relación entre humanos y híbridos se terminará de destruir, pues los peligros por las noches no solo aumentaron, a parte de que las criaturas de la noche era aún más poderosas durante ese tiempo, sino que también hacía que todo animal perdiera el control y cediera antes sus instintos más primitivos, ocasionando así la primera tragedia entre las dos especies declarándose la guerra.

-Debemos atacar, destruir a los humanos, por su culpa varios de nuestros hermanos han sido asesinados injustamente- dijo un híbrido de caimán frente a un gran grupo de híbridos que se habían reunido en una cueva para decidir qué hacer ante esta guerra.

-No podemos atacar así como así, no podemos arriesgar nuestras vidas la violencia no es la solución debemos dialogar- intervino un híbrido de rinoceronte al ver que varios están de acuerdo con el mitad caimán.

-¿Dialogar? ¿Estas bromeando?- habló una híbrido de leopardo con sarcasmo -Sino fuera por los humanos, nada de esto hubiera pasado, si ellos no hubieran experimentado con las criaturas de la noche, la luna de sangre no existiría y por ende ese niño no habría perdido el control y asesinado a esos humanos- gritó enojado e impotente por esta situación,

-Pero no es motivo para derramar sangre, ni la de ellos ni la nuestra- dijo un híbrido de lemur en voz alta para llamar atención de todos -Entiendo la ira y el enojo que sientes, todos lo entendemos, todos estamos cansados de esto, pero no podemos igualarnos con los humanos, recordemos que somos superiores- su tono de voz era comprensiva pero había algo de arrogancia en ella.

-¿Entonces qué propones que hagamos?- preguntó alguien de la multitud.

-Desaparecer- respondió con una gran sonrisa -Larguémonos de aquí, creemos un pueblo solo para los híbridos, ocultos del mundo, los humanos han elegido el camino de la arrogancia, así que se terminaran destruyendo entre ellos mismo, y mientras eso pasa nosotros creceremos como la gran especie que somos-

Tras esa declaración todos los presentes comenzaron a discutir, unos estaban a favor de esa idea, y otros en contra porque para ellos no era justo tener que ocultarse cuando los culpables eran los humanos y no ellos.

En eso una suave corriente de aire se hizo presente en la pequeña cueva haciendo callar a todos, vieron que en la entrada había una persona que ocultaba su rostro con una capa, por un momento se asustaron y se pusieron en un estado defensivo al pensar que habían sido descubiertos por un humano, pero al sentir el aroma único de los híbridos se relajaron y le abrieron paso al misterioso ser para que estuviera al frente de todos.

-Yo tengo una propuesta- dijo aquella misteriosa híbrido con una melodiosa voz -Estoy de acuerdo con crear un pueblo para nosotros, pero puedo ver que varios no están de acuerdo con eso, porque no quieren quedarse encerrados y aislados del mundo incluyendome, por eso propongo lo siguiente- antes de continuar con su discurso se quitó la capa revelando que no presentaba ninguna parte animal sorprendiendo a todos.

El Secreto de los Híbridos II Rubegetta II Willgan IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora