N. Rubius
No puedo estar más emocionado, desde que nos dijeron que estábamos en Karmaland estaba esperando la oportunidad para poder hablar con más facilidad con los dioses y agradecerles por todo, ellos siempre me han ayudado desde que tengo memoria, por eso Fargan piensa que soy su favorito, pero yo sé que no es así ellos lo ayudarían también si creyera más, y justa ahora me han mandado un regalo, a que no son los mejor.
Me dispuse a leer las notas que había en el cofre no sin antes ponerme la camiseta, la cual me queda grande como me gusta, y probar unas cuantas moras silvestres, para evitar que mi estómago vuelva a sonar debido a que el hechizo que utilice en el ocelote gasta demasiada energía, la primera nota que tome era un pequeño papel horizontal con coordenadas, por lo cual lo deje a un lado y me dispuse a leer en voz alta la siguiente nota.
Para: nuestro querido protegido Rubius
Hoy has demostrado la gran amabilidad y valor que posees en tu corazón, por eso nos tomamos la libertad de obsequiarte estos alimentos que sabemos son tus favoritos junto la ubicación de un lugar seguro para que tu compañero y tu puedan pasar con total tranquilidad la noche, sin tener que ocultar quienes son, pueden utilizarla todo el tiempo que deseen.
Nunca dejes de sonreír y de ver lo bueno en todo.
Con cariño los Dioses.
Obviamente no leí la frase donde revela que tenemos un secreto, ni lo que decía que soy su protegido, porque sería darle la razón a Fargan, pero aun así este no dejaba de verme con cara de te dije que eres su favorito, guarde la nota y cerré el cofre antes de ponerme de pie nuevamente con el y las coordenadas en manos.
-Hasta los dioses reconocen lo genial que fue tu acción- hablo Willy con una sonrisa –y tal parece que ya tienen un lugar donde dormir- su voz sonó si estuviera triste.
-Sí, solo tenemos que averiguar donde es este lugar – dije para volver a ver las coordenadas.
-Presta Calvo- dijo Auron para luego quitarme el papel, «espera cuando se acercó tanto, fue rápido» pensé mientras lo observada como miraba una especie de pantalla que salía de su muñeca – está algo alejado del pueblo, mmm... es por aquí, síganme cerdos- hablo después de unos momentos para luego dirigirse a lo que creo que es el lugar que indicaron los dioses.
Como no teníamos motivos para desconfiar totalmente de él lo comenzamos a seguir, llevábamos creo que 10 minutos caminando en completo silencio, la verdad no es incómodo, pero si extraño y honestamente no estaba poniendo cuidado a mi alrededor ya que mi concentración estaba en comer lo que los dioses me dieron.
¿Qué si debería poner más atención a mi alrededor porque podría ser que estas personas nos estén tendiendo una trampa? Pues sí, pero estoy relajado, tengo a Fargan para que este pendiente además de que los mismos dioses lo dijeron soy su protegido no van a dejar que me hagan algo, ¿verdad?
-Pareces un niño pequeño – me hablo Vegetta de la nada haciendo que pegue un pequeño brinco por el susto, estaba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando se acercó –toma, límpiate antes de que el jugo se seque y sea más difícil de limpiar después - me ofreció un pañuelo, el cual acepte pues tiene razón, aunque no me importe mucho, me pareció muy descortés rechazarlo.
-Lo que hiciste allá atrás fue realmente increíble, dime ¿Cómo te diste cuenta de la situación? – me pregunto mientras me terminaba de limpiar.
-Vi cuando uno de los chicos se acercando a los demás diciendo que encontró un ocelote herido y fui tras ellos, temía que cualquiera saliera herido y quería ver si podía ayudar a ese ocelote – le dije quitándole importancia, pero la verdad era que sentí el olor a sangre y cuando me acerque pude oler que estaba en gestación.
- Ya veo, debes saber mucho de animales – me dijo con una sonrisa – aunque yo se algunas cosas, no pude darme cuenta de que ese ocelote estaba en gestación – en su voz pude identificar asombro.
- Siempre me he llevado bien con los animales por lo que pasó mucho tiempo con ellos y he aprendido a interpretar su comportamiento – dije sin más para seguir comiendo.
Caminamos un rato más hasta llegar a una cabaña con aspecto moderno incrustada en una montaña, al frente de un arroyo, rodeada por grandes árboles y lo mejor alejada pero no demasiado del pueblo.
Le pasé el cofre a Fargan y salí corriendo a la cabaña, es realmente hermosa y perfecta para nosotros, cuando llegue a la puerta esta se abrió sola y me adentre en esta sin dudarlo, escuche como Fargan me llamaba y simplemente lo ignore; estaba fascinado con el interior por lo que no me fije que la puerta se cerró detrás de mí; cuando lo hice fue porque esta habló "Lo sentimos, no puedes usar esta puerta, propiedad del Protegido de los Dioses" y de un grito proveniente de Fargan.
-Tranquilo, es una puerta escáner que solo puede abrir él – le explico Luzu calmado – Rubius ¿puedes voltear a ver la puerta otra vez, por favor? –
He hice lo que me pidió y la puerta se volvió a abrir, Fargan se me lazo encima con otro abrazo y golpe en la cabeza – Idiota, deja de preocuparme así, harás que me salgan canas –
Después de explicarnos el funcionamiento de esa puerta y los peligros que hay dentro de los bosques (zombies, esqueletos arqueros, arañas chetadas, creepers y endermas) en las noches, los héroes se fueron pues tenían otras cosas que hacer, al asegurarnos de que no había nadie cerca dejamos salir nuestras partes animales, joder que bien se siente no tener que ocultarlas, además, aunque no lo crean es agotador hacerlo.
-Joder tío, te lo dije – hablo Fargan después de un rato – además no es para nada justo que los dioses tengan a un favorito – dijo mientras se cruza de brazos.
- Y ¿Qué quieres que te diga?, tal vez si confiaras más en ellos también serias su protegido- le dije alzando los hombros.
-Si lo que digas, mejor piensa como conectaras con ellos para que nos guíen, porque no se me ocurre que hace a partir de ahora – soltó un suspiro para después sentarse en el sofá.
-Vale les pediré ayuda a los dioses, pero primero debemos recuperar el cofre – dije para sentarme a su lado empujando una de sus alas para estar más cómodo.
-De eso me encargo yo - después de eso todo quedo en silencio, no dijimos nada más, cada quien metido en sus pensamientos.
Por mi parte no dejo de pensar en cómo toda nuestra vida cambio tan drásticamente, conocía los riesgos al aceptar el ser el protector de lo que contiene ese cofre, pero nunca pensé en que algo así, estuve pensando en eso y en momentos de mi infancia cuando no tenía ninguna preocupación; no se cuánto tiempo paso mientras estaba perdido en mis pensamientos, que ni me cuenta cuando caí dormido.
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El Secreto de los Híbridos II Rubegetta II Willgan II
FanfictionDos híbridos huyen de su hogar por proteger algo de gran valor y para sobrevivir fuera de su pueblo deben ocultar el hecho de que son híbridos de los cazadores. Por razones del destino terminan en Karmaland, un pueblo donde todo es posible y pueden...