XXIX

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N. omnisciente

-¡Chicos! que sorpresa no los esperaba tan pronto, ¿qué hacen aquí?- hablo rápido el híbrido de lobo ocultando sus partes animales fingiendo como si nada hubiera pasado.

-No te hagas el tonto Staxx, ya vimos tus orejas- dijo enojado Alex.

-¿Orejas? pero de que estas hablando Alex-

-Deja de fingir, solo lo empeoras- le hablo Luzu con una mirada triste.

-Lo siento- hablo después de soltar un suspiro haciendo reaparecer sus partes -Entre en pánico, no quería que lo descubrieran así, las cosas no salieron como lo planee-

-Bienvenido al club- soltó el mitas oso -Creo que tenemos una maldición que nos impide que las cosas salgan como queremos-

-No es ninguna maldición, esto es las consecuencias de sus mentiras- los regaño Dulce haciendo que el oso y el lobo bajarán las orejas mientras miraban al piso pidiendo perdón.

-Mi niña ¿sabes que está pasado?- preguntó Lolito a su pareja en un susurro.

-A mi tambien me gustaria saberlo Lolo, solo se que antes de que nosotros llegaramos había un héroe llamado Staxx- le respondió en el mismo volumen.

-Creo que Staxx nos debe dar una explicación de lo que está pasando- habló Willy sorprendiendo a todos.

-Es una larga historia- respondió el pelinegro -Y debemos estar en la entrada del pueblo en una hora donde los esperan y no estamos precisamente cerca que digamos- observo las miradas de quienes eran sus antiguos compañeros antes de agregar algo más -Pero puedo contarles una parte durante el camino-

-Está bien- aceptó Vegetta mientras salían de la cabaña -¿Y ustedes qué harán?- preguntó al ver como Ruben y David no los seguían.

-Es mejor que vayan sin nosotros- habló el rubio.

-La probabilidad de que nos descubran es muy alta- continuó el castaño -Estaremos escondidos en el bosque por el momento- y con eso se transformó en búho y desapareció entre los árboles.

-Si nos necesitan pueden llamarnos con esto, solo tienen que tirarlo contra el suelo- dijo Rubius mientras evitaba la mirada del azabache y dejaba en su mano una esfera plateada -Yo... En verdad lo siento... Quería decírselos desde que descubrí que no odiaban a los híbridos... Pero tenía miedo a cómo reaccionaría después de mentirle por tanto tiempo... Solo... Perdonenme- cuando terminó de hablar se alejó corriendo hacia el bosque antes de transformarse ignorando el llamado de Samuel.

-Se hace tarde, deben irse ya si quieren llegar a tiempo- les recordó la castaña antes de cerrar la puerta de la cabaña.

Y fue en ese momento en el emprendieron el camino de regreso a la entrada del pueblo en completo silencio siendo guiados por el híbrido de lobo, durante este tiempo Vegetta no podía dejar de pensar en el mitad oso, en cómo sus manos temblaban ligeramente cuando le pasó aquel objeto, en cómo su voz se cortaba mientras hablaba, en cómo evitaba a toda costa verlo a los ojos y en cómo sus orejas se mantienen agachadas, le conocía lo suficiente como para saber que se estaba aguantando las lágrimas mientras se culpada por haberles mentido.

El azabache aunque estuviera enojado porque su pareja le había mentido, no podía odiarlo, entendia perfectamente el porque lo había hecho, y quería decirle eso antes de que se fuera para evitar que se siguiera culpando, porque al final de cuentas siguen siendo pareja, lo amaba y odiaba verlo mal por lo que fuera, además él mismo había visto como el rubio había intentado decirle la verdad en varias ocasiones.

El Secreto de los Híbridos II Rubegetta II Willgan IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora