N. omnisciente.
Siguieron el camino a un paso lento pero constante pendientes de todo a su alrededor en caso de que hubiera una emboscada, el ambiente entre ellos era pesado y aunque trataron de calmarlo con bromas o simplemente hablando las cosas no mejoraron.
Los híbridos que aún se encontraban en el centro del grupo sentía sobre ellos unas miradas fijas decidieron ignorarlas para evitar levantar sospechas, pero se preguntaban el porqué de que sus compañeros los tuvieran en la mira.
Era mediodía cuando escucharon el aviso de Alex -Nos acercamos a una construcción- en cuanto divisó unas columnas.
-Dejemos los chocobos aquí- indico Vegetta bajándose del suyo y mirar a sus compañeros -Nos acercaremos caminando para no llamar a atención aún- tomó su espada y emprender camino a la construcción seguido de sus compañeros.
Al acercarse vieron que era la entrada de un pueblo que no tenía nombre, por lo que manteniendo un bajo perfil comenzaron a adentrarse más en él, ignorando que sus dos compañeros enmascarados se encontraban sudando de los nervios sin saber que hacer exactamente siguiendo a los demás.
En todo el recorrido no se encontraron con ningún habitante, cosa que extraño a los guerreros y calmo ligeramente a los híbridos, pero en cuanto se acercaron al centro del pueblo quedaron en estado de shock por que no creian que sus ojos veían.
-Por los dioses- susurró sorprendido Auron.
-Pero si son... - continuo en el mismo tono Vegetta.
-Híbridos- terminaron Alex y Luzu.
Los demás no podrían articular ninguna palabra, pues delante de ellos se entraba una gran multitud híbridos escuchando a uno que estaba sobre una especie de tarima. -Les pedimos que guarden la calma, hemos llamado....- no podían escuchar más por la distancia.
-Será mejor que volvamos a la entrada- hablo de la nada Fargan, mientras agradece el haber puesto un hechizo que insonorizara todo el ruido que hacían junto con el ocultador de aroma.
-¿Por qué deberíamos de hacerlo? Ellos pidieron nuestra ayuda es mejor decirles que ya llegamos- le respondí Willy -O acaso nos estas ocultando algo- terminó retandolo con la mirada.
-¿Pero qué dices Willy?- hablo intentando disimular sus nervios.
-Fargan tiene razón- dijo Rubius interponiéndose en la conversación -Todos sabemos de las leyendas de los híbridos, seres que cuentan con la fuerza de un humano más la fuerza de un animal, han estado escondidos del mundo por siglos y si no han llamado, pero no creo que sea buena idea aparecer delante ellos como si nada-
-Rubius tiene un punto, es mejor volver a la entrada y espera a que manden un delegado, lo último que queremos es que se sientan en más peligro- le apoyó Mangel.
-Tu si me comprendes mi Mahe- dijo el rubio para abrazar al del cigarrillo -Venga el último en volver es un huevo podrido- en cuanto dijo eso salió corriendo sin fijarse en el camino chocando rápidamente con una persona, haciendo que su careta también terminará en el suelo.
-Lo siento, no vi por dónde iba- dijeron a la vez, pero al escuchar la suave y tranquila voz Rubius alza la mirada rápidamente con una expresión de terror.
Por otro lado la chica pelirroja con orejas de oso en la cabeza que había tropezado con él también levantó su mirada al escucharlo pero a diferencia del rubio, su expresión era de sorpresa y emoción, -¿Ozito?- pregunto en un susurro mientras se frotaba sus ojos para asegurarse que no fue una alucinación, al confirmar que era real soltó un pequeño grito, -¡Ozito!- y se lanzó a abrazarlo.
El rubio al salir de su shock no pudo evitar corresponder el abrazo susurrando -Mi niña- que fue escuchado por sus compañeros.
Todos estaban sorprendidos por la escena que veían, tal parecía que su compañero conocía a una bella híbrido y que se tenían un gran cariño, miraron a Fargan para preguntarle que pasaba vieron que estaba tenso pero antes de poder preguntar algo escucharon a otra persona.
-Nieves, cuantas veces te tengo que decir que no corras- una joven de cabello castaño con pequeñas plumas a los lados de sus ojos color ámbar y con hermosas alas en su espalda se acercó hasta la pelirroja, pero antes de seguir con su regaño vio que estaba abrazada a alguien.
-Dulce, Mi Ozito... Mi Ozito... volvió- se separo ligeramente para mirar a la recién llegado revelando que había comenzado a llorar, vieron también como Rubius las limpiaba con mucha delicadeza sin dejar de mirarla.
-...Ruben...- la castaña estaba sorprendida pero reaccionó rápidamente -Un momento, si tu estas aqui, eso quiere decir que David...- no termino la frase por lo que pasó su mirada por todos los presentes deteniendola frente al castaño con careta de búho.
Los guerreros vieron cómo se acercó hasta Fargan y le intentó quitar la careta, pero este dio un pequeño paso atrás evitando que lo hiciera; acción que sorprendió a todo, a lo que la castaña frunció el ceño y acercó su mano nuevamente, solo que esta vez logrando quitarle la careta.
Sin antes estaba sin palabras ahora no sabían que hacer, porque cuando la careta fue retirada vieron como Fargan tambien tenia una pequeñas plumas a los lados de sus ojos como la joven que estaba frente a él, en ese momento vieron como de sus cuellos aparecia un gran brillo, uno que solo Willy entendió, que salía de los collares que tenían mientras estos juntaron sus frentes con los ojos cerrados.
Los chicos querian entender lo que estaba pasando pero tampoco sabían como interrumpir esas dos escenas tan conmovedoras, y antes de que pudieran hacer algo vieron como los cuatro se tensaron, Rubius rápidamente ayudo a parar a la pelirroja llevándola hacia el grupo mientras Fargan tomaba las manos de la castaña.
-Ellos son de confianza, llevalos a un lugar seguro sin que los vean- le ordenó Fargan a las castaña dedicándole una mirada rápida a sus amigos, en cuanto esta asintió él beso el dorso de sus manos antes de soltarlas con una triste sonrisa.
-Nos reuniremos con ustedes después y les explicaremos todo- dijo Rubius a los demás mirando solamente a la pelirroja y al azabache, mientras se alejaba unos pasos junto con el castaño.
Mientras se preguntaba que pasaba vieron como Fargan di un salto hacia atrás mientras era rodeado por una luz color ámbar de donde salio volando un hermoso búho, también observaron como de las manos de Rubius sale una pequeña luz blanca que lanzó sobre ellos antes de que fuera atacado por unas hienas, vieron como los esquivo saltando para luego ser rodeado por una luz verde, el búho atravesó de la luz y salió agarrando a un osezno grolar con las patas para volar con el hacia el bosque siendo seguidos por las hienas.
-No tenemos mucho tiempo hay que irnos- ordenó la castaña tomando la mano de la pelirroja; los héroes sin comprender muy bien la situación la siguieron con la esperanza de obtener respuestas.
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_Corto lo se, pero la emoción y las ganas de que dejarlos con suspenso le ganaron a Kary.
_Dicho esto, Cuidensen, Os quiero bye.
_Preguntas del intento de historia.
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El Secreto de los Híbridos II Rubegetta II Willgan II
FanfictionDos híbridos huyen de su hogar por proteger algo de gran valor y para sobrevivir fuera de su pueblo deben ocultar el hecho de que son híbridos de los cazadores. Por razones del destino terminan en Karmaland, un pueblo donde todo es posible y pueden...