N. Omnisciente
Eran más de las 10:00 am cuando un albino comenzaba a despertar sintiendo como todo el cuerpo le dolía y la cabeza le retumbaba, -Mierda- susurro el quejido intentando levantarse aun con los ojos cerrados, pero no logra porque algo lo tiene sujetado por la cintura con fuerza, abre los ojos para saber qué es lo que detiene encontrándose con un par de musculares brazos.
-¿Pero qué?- levantó la mirada dándose cuenta que se encontraba acostado en el pecho desnudo de Fargan, si no fuera porque entró en un estado de shock hubiera gritado.
Mientras pensaba qué había pasado la noche anterior no desaprovecho la oportunidad de detallar el cuerpo de su crush, en eso cayó en cuenta de tres cosas: 1. El castaño tenía chupones y mordidas en cuello y pecho además de algunos rasguños; 2. Se encuentra completamente desnudo, cubierto por una sabana de la cintura para abajo; Y 3. Él mismo se encontraba en las mismas condiciones.
No tenía que ser un genio para hacerse una idea de lo que paso anoche, pensando en eso unos recuerdos borrosos llegaron a su mente, cortas escenas llenos de pasión, deseo y lujuria todas acompañadas de una mirada de color ámbar, terminaron de confirmar sus sospechas.
Willy no estaba muy contento por cómo ocurrieron las cosas pero no se iba a quejar, acomodó mejor su cabeza con los ojos cerrados en el pecho de su compañero y comenzó a dejar suaves caricias en sus pectorales hasta que tocó aquel misterioso collar.
Levantó la cabeza para observar bien ese collar que le generaba mucha curiosidad pero cuando intentó tocarlo nuevamente una mano sujetó fuertemente su muñeca y se encontró con esa mirada que lo enloquecía acompañada de un seño fruncido.
-No toques mi collar- su voz era gruesa y muy sería.
-Perdón, no quise incomodarte... yo solo tenía... - Estaba nervioso, no sabia que decir ni cómo actuar, aun no estaba preparado para esto -Eh... ¿cómo te sientes?- pregunto cuando lo vio sentarse en la cama soltando un bufido.
-Como si me hubiera pisado un rinoceronte mientras cargaba a un elefante- hablo pasando sus manos por su cabeza hasta detrás de su cuello, cuando de la nada alza la vista observando rápidamente el lugar, -Mierda... Esto fue un error- dijo mientras se levantaba de un salto y comenzaba a vestirse.
Willy tras escuchar esas cuatro últimas palabras de Fargan quedó lastimado y aun sabiendo que preguntar lo lastimaria más, se arriesgó de todos modos, -¿Qué fue un error?-
-Esto Willy- respondió señalando a los dos -No debí dejar que mis instintos me controlarán- se le escuchaba frustrado.
-¿De qué hablas?- estaba confundido por su comportamiento -Si lo dices por como paso todo esto, te entiendo pero no es razón para que te culpes yo también... - antes de poder terminar lo que quería decir fue interrumpido.
-No lo entiendes, esto nunca debió pasar- su tono de voz comenzaba a ser más alto pero antes de comenzar a gritar cerró los ojos y respiró profundamente, -Perdoname Willy- y con eso se giró para salir por la puerta.
-Tal vez tu te arrepientas de esto pero yo no- susurró el albino dolido al verlo en la puerta pensando que no lo escucharía.
-No me arrepiento, me creas o no- se detuvo en el marco de la puerta sin voltearlo a ver -Solo que aunque quisiera estar contigo no puedo, porque no me conoces realmente y por eso esto esta mal, lo último que quería era ilusionarte en vano-
Willy quería decir algo pero Fargan se le adelantó, -Rubius y yo nos iremos del pueblo en dos semanas para retomar nuestro viaje- y con eso por fin se fue dejando al albino sentado en la cama sin palabras.
ESTÁS LEYENDO
El Secreto de los Híbridos II Rubegetta II Willgan II
FanfictionDos híbridos huyen de su hogar por proteger algo de gran valor y para sobrevivir fuera de su pueblo deben ocultar el hecho de que son híbridos de los cazadores. Por razones del destino terminan en Karmaland, un pueblo donde todo es posible y pueden...