N. Fargan
Me encontraba pensando en cómo estarán nuestros seres queridos desde que nos fuimos, ¿Estarán bien? ¿Los estarán torturando para saber nuestra ubicación? o ¿Los estarán marginando por nuestra culpa?, Salí de mis pensamientos cuando note un peso sobre mi hombro, era Rubius que se había quedado dormido, lo cargue hasta la cama para que durmiera más cómodo, después de arroparlo me dirigí al balcón y solté un suspiro al notar que era de noche.
«¿Por qué no te hice caso? Nos lo advertiste, solo espero que estés bien, sé que eres más fuerte que yo» pensé mientras miraba las estrellas y apretaba mi collar, debo de agradecer a los dioses por no dejar que lo perdiera.
Después de un rato me transformé en búho y me dirigí en busca de la razón por la cual nos pasó todo esto, el cofre.
No hay nada mejor que sentir el viento mientras me elevo por los cielos, lo mejor de ser un ave nocturna es que puedo ver los mejores paisajes que la noche puede ofrecer, hacía tiempo que no me sentía tan libre por lo cual decidí dar un par de vueltas, además cuando dimos ese paseo por el pueblo me di cuenta de que no había nada que significara un peligro para nosotros como híbridos, pero de todos modos no nos arriesgaremos mostrando nuestras partes animales por ahí.
Cuando decidí que había pasado demasiado tiempo me enfoque a buscar el cofre, llegue al puente donde lo escondimos me pare en la baranda de este y empecé a revisar que no hubiera alguien cerca y cuando pensaba en des transformarme escuche a alguien que salía del bosque.
-A la pero que mono, un buhito – era un chico de baja estatura con un casco blanco y vestido con un solo short muy corto de color azul – nunca había visto uno tan cerca del pueblo – hablaba mientras se acercaba.
Estaba por irme y esperar en algún árbol a que se fuera, pero detuvo su paso, se quitó el casco y me extendió la mano con algo, pero no me fije que era ya que no podía quitar mi vista de sus ojos, los cuales a pesar de ser de un color azul oscuro brillaban cual zafiros en la noche, y nuevamente me vi atrapado en una tranquilidad absoluta como la que tuve cuando vi por primera vez a Willy.
-Tranquilo, no tiene nada malo, hace poco lo pesque – su voz me saco de transe y me fije en lo que tenía en la mano y era una trucha, de mis comidas favoritas – se ve que la quieres, toma – la dejo en la baranda lo más cerca posible mío y se alejó un poco.
Tal vez sea un poco tonto de mi parte confiar en un desconocido, pero no veía que tuviera malas intenciones, mi instinto animal no me decía nada y además tengo hambre desde que vi a Rubius comer esas nueces con tanta emoción me abrió el apetito, pero sé muy bien que el oso no le gusta compartir la comida y no quería pelear con él por lo que lo deje estar, por lo que ahora solo disfrutare de ese pescado.
-Vaya sí que tenías hambre – hablo nuevamente después de reír, lo curioso es que sonó como un delfín, «A lo mejor es un hibrido también y se esconde como nosotros, lo voy a probar» pensé mientras lo miraba con la cabeza ladeada.
-Gracias por la comida, por cierto ¿cómo te llamas? – le hablé, pero al estar en mi forma animal soné como cualquier búho, pero si es un híbrido me entenderá de cualquier forma.
-Me alegro de que te gustara el pescado, eres tan lindo ¿quieres otro? – termino con una sonrisa mientras sacaba otro pescado. Bien lo confirmo no es un hibrido solo tiene una risa muy curiosa y también es muy tierno.
Baje la vista y negué con la cabeza para después volver a verlo y salir volando, me escondí en un árbol cercano, aunque me gustaría estar más tiempo con aquel chico debo regresar he perdido demasiado tiempo.
Cuando se fue, volé rápido hacia el puente y me des transforme, busque el cofre debajo del puente al encontrarlo lo amarre con unas cuerdas que habían cerca, tome mi forma animal nuevamente y me lleve el cofre hacia la cabaña que los dioses prepararon para nosotros.
Al llegar entre por el balcón, deje el cofre en la mesa de la sala, me des transforme cerré la puerta y fui a ver si Rubius sigue dormido, reí al verlo abrazado a una almohada y babeando, lo empuje para acostarme a su lado en la cama, y mientras estaba tratando de conciliar el sueño se me ocurrió que debemos conseguir a lo mejor un trabajo para conseguir dinero y compras cosas de viajeros, para así continuar con nuestra mentira y de paso pagar por ¿los gastos médicos? No sé si llamar le así, nos curaron con una poción, pero de todos modos gastaron materiales al hacerla, después ya veremos que hacer, con mi idea lista solo sería comentarse la Rubius para ver qué opina y me dispuse a dormir finalmente.
Fui saliendo de mi ensoñación porque los rayos de sol me daban en toda la cara y sentía como una de mis alas tenia peso encima aplastándola, pero no me desperté por completo hasta que sentí como esta era mordida.
Me pare de la cama de un salto mientras me ponía en posición de ataque, pero lo único que vi fue a Rubius en el suelo quejándose por el golpe que se dio y al no encontrar ningún tipo de peligro pensé en lo que acaba de pasar y deduzco que el subnormal de mi amigo mientras dormía se acostó encima de mi ala y la mordió por lo que sea que estuviese soñando.
-Pero ¿qué te pasa? – se quejó mi querido oso subnormal que aún se encuentra tirado en el suelo.
-Eso te pregunto a ti, que me mordiste una ala ratón – dije para ir a la cocina a buscar algo que desayunar.
Me encontré un cereal en una de las alacenas y comencé a comerlo mientras preparaba una ensalada de fruta para Rubius porque más seguro es que se volvió a acostar y si fuera por él se comería una pizza que hay congelada en la nevera así sin más. «Los dioses lo consintienten mucho» pensé al notar que la cabaña tiene cosas que a Rubius le gusta.
-RUBEN DOBLAS, LEVANTATE YA SI NO QUIERES QUE TE LANCE AL AGUA – le grite cuando termine de comer mi desayuno y de hacer el suyo.
Al ver que se estaba demorando, me dirigí al cuarto para cumplir mi amenaza, pero por desgracia me lo encontré en el camino, le dije que le hice el desayuno y fui a sentar en la sala antes de que se quejara, no tardó en sentarse a mi lado mientras comía la ensalada.
-Oye Rub, anoche se me ocurrió que deberíamos encontrar un trabajo para que sigan creyendo en nuestra mentira y de paso no nos aprovechamos de los dioses, ¿Qué opinas? – hable después de un rato.
-Está bien – hablo mientras comía con la mirada perdida creo que aún está dormido – Deberíamos hablar con el anciano de ayer, creo que él nos puede ayudar – continua después de un momento.
- ¿Con Merlon? – él asintió - ¿Por qué? -
-Primero parece que controla el pueblo, por eso los héroes fueron con él cuando nos encontraron y segundo creo que los dioses me hablaron en sueños indicándome que habláramos con él-
-Está bien, termina de desayunar y vamos con el viejo – dije para después pararme e ir al balcón a estirar las alas antes de volverlas a guardar.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
>Buenas, soy Kary, solo quería agradecer a aquellos que le dieron una oportunidad a este intento de historia.
Y claro he de hacer un pequeño anuncio, debo dejar esta historia por aquí durante un tiempo, ya que me encuentro en un mes de prueba para una pasantia y debo concentrarme.
En el tiempo que no estoy, me gustaría que eligieran quien sera el shipp de Fargan, para saber que camino debo seguir para continuar la historia.
Gracias por entender y estar ahí; Los Quiero (つ≧▽≦)つ.
>Willgan
>Fargexby
>Los tres porque no.
ESTÁS LEYENDO
El Secreto de los Híbridos II Rubegetta II Willgan II
FanfictionDos híbridos huyen de su hogar por proteger algo de gran valor y para sobrevivir fuera de su pueblo deben ocultar el hecho de que son híbridos de los cazadores. Por razones del destino terminan en Karmaland, un pueblo donde todo es posible y pueden...