Capítulo 15

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6 de abril de 2019

Llegó el día en el que Mónica y Rob unirían sus vidas en matrimonio. Los ánimos en Beverly Hills estaban muy exaltados, ya que sucedieron muchas cosas en el último mes y medio transcurrido. Thomas ganó su Oscar; el embarazo de Meg transcurría a las mil maravillas; la relación con Lucien se iba volviendo cada día más sólida y Molly, su encantadora labradora, estaba embarazada.

Luego de conocer a su alma gemela Jack, el labrador de los Vermont, escapaba de su casa cada mañana para visitar a Molly. En una de esas visitas consumaron su amor y el veterinario le había advertido a Lucien que esperaba el parto para comienzos de mayo. Los niños estaba más que emocionados con esta noticia, y no podían aguardar a que nacieran los cachorros.

El día de la boda, Meg escogió un hermoso vestido azul celeste que combinaba a la perfección con su cabello oscuro. Su vientre de más de tres meses ya se notaba, pero tampoco era tan voluminoso como para impedirle hacer su vida diaria. Se cansaba un poco, pero estaba feliz.

―¡Luces hermosa! ―exclamó Lucien al verla y se acercó para darle un beso que a punto estuvo de arruinarle el maquillaje, dada su intensidad.

Meg lo miró a los ojos y le sonrió. Lo rodeó con sus brazos y colocó su cabeza en el pecho. Nunca creyó que podría lograr estar así con él, y sin embargo la vida la había cambiado para bien.

―Te amo ―susurró ella.

―Yo también te amo ―respondió él acariciando su espalda.

Se separaron cuando llegó Jude, quien estaba hecho un lío por la ropa que debía usar. Nunca antes había utilizado traje y no sabía cómo colocarse el lazo.

―Ven, yo te ayudaré ―se ofreció Lucien.

―¡No me gusta esta ropa! ―se quejó.

―Pero te verás guapísimo ―apuntó su madre.

―Sin embargo, yo te comprendo ―repuso Lucien―. A mí tampoco me gustan, pero en determinados eventos es imprescindible utilizarla.

―Como en los Oscar.

―Como en los Oscar ―confirmó Lucien.

―Además, cariño ―prosiguió su madre―, tus amigos llevarán ropa formal al igual que tú y se verán muy elegantes. No querrás desentonar, ¿verdad?

Jude aceptó y poco después estuvo listo. En efecto, se veía muy lindo y Meg no pudo evitar tomarle una foto. Lucien insistió en que se tomaran una todos juntos así que Gabriel, su chofer, la tomó poco después. Estaban frente a la chimenea del hogar. Lucien abrazando a Meg y con una mano en su vientre. Jude estaba en primer plano, delante de ellos dos.

―¡Quedó preciosa! ―exclamó el actor cuando la vio―. Es digna de enmarcar. Lo haremos pronto.

Meg le dio un abrazo y la miró también: le gustó mucho, parecían una familia, algo que realmente ya eran.

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