Felix pareció adaptarse bastante rápido a la casa, él se lleva increíble con Chan, aunque el es algo tranquilo, parecía más alegre y feliz con Felix, además de que Felix es un gato bastante activo y cariñoso, suele llegar conmigo y se acuesta para que le dé mimos, lo más adorable de el es que desde el primer día duerme junto a Chan, normalmente se acuesta sobre el y ahí se queda dormido. También le gustan mucho los premios o galletas que traigo de la veterinaria, podría pensar que Chan no los come para que Felix los coma, ya que Yeji me dijo que a Chan si le gustaban, pero cuando yo se los ofrecía los tomaba y luego los dejaba en el suelo.
Hoy no trabajaba, así que me dedique a mis cosas y a asegurarme de que Felix este sano. Le dí un baño y parecía estar limpió, no tenía ningún tipo de animal tampoco.
–Muy bien Lixie, eres un lindo gatito, te portaste muy bien.– sonreí y saqué un premio para darle, el felino lo comió mientras movía su cola bastante relajado.
Escuche el timbre de casa. Fuí a abrir dejando a los gatos en la habitación y mi madre sonrió enormemente al mirarme.
–Hola cariño!.
–Hola mamá.– sonreí e invité a mi madre a entrar. –¿Qué te trae por aquí?.
–Te traje una sorpresa, bueno, yo no la tengo, tu padre viene con la sorpresa, llegará pronto.
–Oh, ya veo.– sonreí a sus palabras y la emoción creció en mi pecho, mi madre comió algo junto a mi y luego de media hora llego mi padre, a quien saludé igual con una sonrisa.
–Espera, aún no la verás. Te mudaste sola hace poco, así que estuve pensando en que tal vez podrías sentirte algo sola, pensé que sería buena idea ayudarte en eso así que tú padre y yo investigamos un poco, recordé que te gustan los gatos pero en casa no podías tener por mis alergias, sin embargo ahora que vives sola puedes tener uno y...– mi mamá abrió la caja con grande orificios en su tapa –Tadaa!.
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Miré al gato blanco y gris de ojos azules dentro de la casa asombrada. Miré a mis padres sorprendida y ellos sonrieron emocionados por mi reacción, en especial mi madre.
–Lo encontramos en una página de internet donde adoptan animales, se llama Jin. Ahora es tuyo.
Sonreí tomando el gato entre mis manos, era peludo y adorable. Pensé en Chan y Felix, acababa de tenerlos, pero no podría negarme a rechazarlo, además mi madre no podría tenerlo. Bueno, no creo que pase nada si tengo 3 gatos.
–Muchas gracias, es precioso, de verdad gracias.– sonreí agradeciendo a los dos mayores frente a mí, pero se tuvieron que ir dentro de poco, además mi madre terminaría mal si estaba cerca de un gato por mucho tiempo.
–Chan, Felix, ¿Dónde están?.– llamé a los dos gatos, tenía que presentar al nuevo miembro.
Subí a mi habitación con Jin abrazado y una vez que llegue a mi cuarto miré a los dos gatos acostados. Dejé al peludo blanco y ambos se pararon para observarlo.
–Él es Jin, de ahora en adelante también estará con nosotros, tratenlo bien.
Jin parecía asustado al principio, se alejaba de ambos rápidamente y se quedaba a mi lado, pero 1 hora después parecía comenzar a acercarse un poco más a Chan. Felix aún lo asustaba un poco ya que llegaba rápidamente o parecía querer jugar.
Suspiré mirando a los tres gatos. Quién diría que en una semana tendría dos gatos, me sentía feliz.
