Lost Cats || Stray Kids

twenty nine

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La alarma sonó en la habitación, desperté pero no abrí los ojos aún, solo escuché como el sonido era apagado de la nada, y luego de el silencio que volvió a la habitación, este se rompió, dejándome escuchar suaves ronroneos a mi lado. Abrí mis ojos y volteé mi cabeza, mirando así a cierto felino anaranjado que estaba sentado en la cama, mirándome fijamente.

– Buenos días Lino..– estiré mi cuerpo en la cama y una vez que sentí mi cuerpo más despierto el felino volvió a su forma humana, aún sentado de piernas cruzadas en la cama y con su mirada fija en mí.

– Buenos días Jun, ¿Iremos a la playa?.

– Claro, ese era el plan de hoy, ¿No es así?. – el chico asintió sin quitar su mirada de mi, a pesar de que estaba con una expresión seria, podía notar cierta emoción en su rostro. – Pero antes de ir a la playa tenemos que desayunar y tomar las cosas, vayamos a la playa por la tarde para disfrutar del atardecer, te gustará.

– De acuerdo, hagámoslo rápido.

Me levanté de la cama estirando mis piernas, Minho se levantó al igual que yo, y juntos comenzamos a organizar la habitación.

Una vez que terminamos con la habitación, bajamos a desayunar con los demás chicos y felinos que se encontraban en la sala, los alimenté o tomaron algo para desayunar y por la mañana miré junto a Hyunjin una novela que él había comenzado a ver, mientras miraba esta, sentí el calor y peso de Lino sobre uno de mis muslos, para luego observar a Minho con su cabeza recostada en mi muslo.

– ¿No podemos irnos yaaa?. – parecía algo impaciente, desde hace ya un rato me pedía ya irnos. Miré la hora en mi celular, estaría bien irnos un poco antes de lo planeado.

– Está bien, hora de irnos, vamos por las cosas. – lo miré pararse de inmediato y juntos fuimos de nuevo a mi habitación, tomé un bolso algo grande y Minho dobló y metió una manta para poner en la arena, yo lleve otras cosas como bloqueador solar, agua, lentes, y luego fuimos por la comida antes de irnos.

– Nos vemos chicoos. – me despedí de todos, saliendo de la casa junto a Minho, quién tomaba el bolso con una de sus manos. Salimos de casa y caminamos en silencio, uno bastante cómodo, miré al chico de reojo, notando cómo este miraba con atención todo lo que pasaba a su alrededor, viéndose bastante lindo a mi parecer.

– Me gusta caminar contigo. – soltó él de repente, dibujando inconcientemente una boba sonrisa en mis labios, y dando en mi pecho una linda calidez.

– También me gusta caminar contigo.

– ¿Puedo tomarte la mano?.

Lo observé con la misma sonrisa, asistiendo de inmediato y acercando mi mano lentamente hacia él, la cual no dudó en tomar y no soltar en todo el camino hasta llegar a la playa.

– Solo la había visto en las novelas, es muy linda viéndola con mis propios ojos. – Minho observó con atención toda la playa, tenía una pequeña sonrisa en sus labios.

Mientras el admiraba el agua y la arena, ya en un lugar que nos gustó, ni muy cerca ni muy lejos de la orilla, coloqué la manta sobre la arena, Minho me ayudó luego a acomodar las cosas sobre la manta y nos quedamos sentamos sobre esta, nos quitamos los zapatos y él reaccionó algo incómodo al sentir la arena en sus pies en un principio, pero luego se acostumbro y pareció gustarle, pues no dejaba de mover lentamente sus pies sobre la arena.

– Eres muy bonito. – solté mientras lo miraba sin pensarlo mucho, al caer en cuenta de lo que dije me sentí algo avergonzada, no solía hacerle ese tipo de comentarios. Él pareció avergonzarse, pues sus orejas tomaron un color rojizo.

– Tú también lo eres, Junnie.