five

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Llegué a casa con Lino, lo dejé en el suelo y se quedó quieto mirando todo, mientras fuí a ver a los otros gatos para dejarlo familiarizarse con el lugar.
Felix estaba dormido sobre el sillón y Chan sobre la silla del escritorio. No encontraba a Jin.

–Jin, Jinnie, ven aquí.

Llamé pero no salió por ningún lado, regresé a la sala y miré a Lino sobre la ventana encorbando su cuerpo y mirando amenazante a quien buscaba.

–Oigan, tranquilos. Jin, el es Lino, no es malo pero no se siente muy bien, déjalo tranquilo, podrás conocerlo después.- Tome a Jin en mis brazos y mire a Felix y a Chan bajar. –Felix, Chan, el es Lino, también se quedará en casa, cuiden de el.

Felix se acerco a Lino pero este seguía a la defensiva. Chan lo miró pero no fue hacia él, sino hacía Felix, y después se fue siendo seguido por el tricolor. Jin salto de mis brazos y se fue tras los otros dos igual.

Me senté en el sillón dejando mi bolso y pensando en la situación. Es como si entendieran cada palabra que les digo, en especial Chan. Fue raro que miró a Lino y después se fue con los otros dos. Mire al gato naranja, pareció relajarse pero me miraba fijamente. Tenía unos ojos lindos y su mirada era menos suave que la de los otros. Sonreí mirándolo y se acercó a dónde estaba, pero se acostó sobre el sillón y quedó dormido después. Lino durmió muchas horas seguidas y fue el que más comió, era el más delgado así que me sentí bien al mirarlo comer.

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Con el pasar de los días Lino fue acoplandose, pero definitivamente y como lo pensé costo más que los otros. Al primero que se acercó fue a Chan, supongo que supo que era el más tranquilo, porque Lino no parecía ser tan activo. A veces parecía molesto con Felix y Hyunjin queriendo jugar o no dejándolo dormir, pero al final logro convivir con ellos de manera pacifica. Sus heridas habían mejorado. Su nariz estaba algo lastimada de un lado pero no era nada grave, tenía una herida en el estómago pero parecía mejorarse, la oreja estaba mejor también. Era un gato muy fuerte. A pesar de ser el gato más serio o tranquilo era el que más me buscaba de la nada para que lo acaricie, aunque al mismo tiempo se largaba de inmediato como si nada hubiera pasado. A veces despertaba y lo miraba acostado sobre mi o a mi lado. No se cómo lograba entrar ya que yo cerraba la puerta todas las noches.

–No puede ser, estoy segura que tenía dos paquetes de galletas más, ¿Dónde están?.– suspiré rendida en mi búsqueda de alimento, no las encontraba por ningún lado. –Tenía tantas ganas de comerlas.

Miré a Felix que estaba sobre una de las sillas mirándome.

–Tú las robaste, ¿Cierto?.- lo apunté y reí suavemente, pero el gato salió corriendo rápidamente. –Tiene mucha energía.

Me senté en el sillón rendida y decidí pedir algo para cenar más tarde. Puse una película y miré la casa. ¿Tan olvidadiza soy que olvidó cuándo como las cosas?. No es lo primero que pierdo y recuerdo que tenía, pero no había nadie que podía robar, no creo que un ladrón entre solo para quitarme mi comida.

Debe ser el trabajo, tranquila Jun, olvidaste que las comiste, mañana iré a comprar más después del trabajo, si es que no salgo tan tarde.

Chan llegó a mi lado y se acostó dejando su cabeza en mi pierna, sonreí por su compañía y acaricié su cabeza suavemente.

Lost Cats || Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora