Eternamente [Fred Weasley] [ETQME#2]

V E I N T I N U E V E

GRYFFINDOR VS SLYTHERIN 2.0

—¿Estás segura?

Mi mirada se dirige hacia la fachada de la casa de los Tonks solo por un segundo y después regreso hacia Fred. Doy un asentimiento y tomo sus manos. Había sido difícil escribirle a mi tía y había sido aún más difícil recibir su respuesta y darme cuenta de que todo estaba sucediendo.

—Podemos regresar a casa, no tienes que hacer esto —Fred agrega y cuando mis ojos se posan en los suyos, mi decisión es aún más firme. No me perdonaría nunca si algo le pasara a él o a George por mi culpa.

—Estaremos bien —le aseguro y sonrío cuando lo siento depositar un beso en mi frente cuando suelta mis manos y me abraza—. Va a pasar muy rápido, te lo aseguro.

—Lo dudo.

—¿No te quedas a cenar? —Pregunto una vez que se separa un poco de mí. Lo veo negar y no puedo evitar que una mueca se forme en mi rostro.

—Iremos a ver a mamá —me dice—. Papá dice que se encuentra un poco deprimida por no saber dónde se encuentra Ron...

Suspiro. Recuerdo cómo Molly se esforzó demasiado durante las vacaciones para que Harry, Ron y Hermione no se encontraran a solas. Intentaba hacer que no pudieran ponerse de acuerdo para irse, aunque sabía que eso iba a ser imposible. La amistad de esos tres es tan fuerte que todos sabemos que a donde va uno, los otros dos lo siguen sin cuestionarlo.

Entro a la casa una vez que Fred se ha ido. Cuando Alfie había propuesto esta idea, nunca creí que sería tan difícil, y, aunque ya sabía lo muy enamorada que Fred Weasley me tenía, este momento es solo otra confirmación. Ya lo comienzo a extrañar y no tiene ni diez minutos de haberse marchado.

Pero todo esto es por el bien de ambos y sé que los dos lo tenemos muy claro.

—¿Me puedo quedar por unos días? —Escucho que Tonks dice cuando he entrado a la cocina. El tío Ted se encuentra sentado en su lugar habitual en la mesa y viendo la tele, mientras la tía Andrómeda prepara la cena. Es cuando las miradas de mis tíos se dirigen hacia ella, que agrega—: Kingsley le pidió a Remus hacer algo para la Orden y él no quiere que me quede sola.

—Sí, claro —el tío Ted responde de inmediato—. No necesitas pedir permiso, cariño. Ésta sigue siendo tu casa...

Tonks sonríe ligeramente y se voltea para tomar unos platos del gabinete. No puedo decir con seguridad qué es lo que está mal con ella, porque no hay nada fuera de lugar; su cabello es rosa y su estado de ánimo ha sido igual. Ha estado bromeando y riendo como es usual, pero... hay algo a lo que no le encuentro sentido del todo.

—¿Fred no nos acompaña? —Mi tío pregunta apenas desviando su mirada del televisor. Él y Fred han congeniado bastante bien y cada que están juntos, las risas sobran. Y ni hablar cuando Sirius se les une.

—No, irá a cenar con su madre.

—Pobre Molly —Mi tía dice mientras sirve comida en los cuatro platos que Tonks le dio—, no puedo ni imaginar su preocupación.

Nadie dice nada al respecto, pero después de eso, la cena ocurre sin ningún contratiempo. Mi tío bromea para aligerar el ambiente porque sabe lo difícil que me ha sido dejar de vivir con Fred y porque seguramente se da cuenta de que a Tonks también le es difícil estar lejos de su esposo. Al final, él se encarga de limpiar la cocina.

La habitación que me dieron es la de Tonks, ya que la de huéspedes aun no la terminaba de desocupar el tío Ted.

—Sigo sin entender para qué quiere tantas cosas —mi tía me había dicho cuando me ayudaba a acomodar mi ropa en el armario casi vacío de mi prima.