Eternamente [Fred Weasley] [ETQME#2]

D I E C I O C H O

OTTERY TOWN

Fred había dicho que su madre quería que él y George pasaran Navidad en su casa y claramente yo no me opondría. La parte complicada, fue cuando dijo que su madre le había dicho que me llevara también y ahora él quiere que pase la noche con ellos. No es que no me guste la idea, pero aún no he convivido demasiado con los Weasley y sé que va a haber la misma tensión que cuando fui a su casa por primera vez. Estuvimos discutiendo por unos minutos sobre que yo podría regresar al departamento después de cenar, pero obviamente, él se negó. Es por eso que ahora me estoy preparando mentalmente para pasar algunos días en la madriguera.

—¿Crees que vaya Tonks? —Le pregunto volteando hacia él, hay una maleta sobre la cama en la cual está colocando los regalos que ha comprado para su familia.

El día que estuve en casa de mi tía Andrómeda, cuando nos despedimos, Tonks dijo que, si la seguía llamando Nymphadora, perdería puntos que estaba ganando para que termine de agradarle por completo.

—Mamá dijo que la invitó, pero que no sabe si irá. Probablemente se quede con sus padres —Fred sube la mirada hacia mí y por alguna razón, detiene lo que está haciendo—. Solo sé que el profesor Lupin y Sirius ya han confirmado que asistirán.

Sonrío porque me parece curioso el hecho de que después de tres años, le sigamos diciendo profesor.

—No creo que vaya, entonces —murmullo y desvío mi mirada a mi propia pequeña maleta, pero en el momento en que lo hago, alcanzo a ver que Fred introduce rápidamente un paquete pequeño a la suya, como si no quisiera que viera.

—¿Por qué dices eso?

Volteo hacia él de nuevo totalmente sorprendida de que no se haya dado cuenta aún.

—¿No te has dado cuenta? —Pregunto de manera retórica, pero él niega de todos modos—. El cómo Tonks ha cambiado desde que el profesor Lupin se fue a esa misión súper importante, el cómo su rostro cambia cuando lo mencionan, las no tan discretas cosas que Sirius ha dicho que solo hacen que se moleste...

—¿Qué insinúas? —Fred junta sus cejas y ladea ligeramente su cabeza. Es ahí cuando mis ojos se abren más de lo normal.

—¿Es en serio? —Digo con una risa—. Fred... Tonks se enamoró del profesor Lupin.

Fred suelta una carcajada y niega con la cabeza de inmediato.

—Claro que no —dice aun negando y con una sonrisilla en el rostro—. Tonks y Charlie están intentando regresar, créeme.

—No, cielo —niego y ahora la que ríe soy yo—. Lo de Tonks y Charlie ya terminó, pero no me creas, lo confirmarás en Navidad.

—Lo que digas —dice como si fuera completamente absurdo lo que dije. Suelto una carcajada y después de cerrar mi maleta, me acerco a él para tomar su rostro en mis manos, me apoyo en las puntas de mis pies, y lo beso.

Él sonríe también.

—Eres un terco —digo cuando me abraza, pero siento uno de sus brazos quitarse de mi cuerpo y cuando me doy cuenta, ha cerrado su maleta—. ¿Qué es lo que no quieres que vea?

—Tu regalo, obvio —Fred sonríe y me besa de nuevo.

—Todos tienen una envoltura que no deja que los vea, genio.

Pero Fred sube sus hombros y niega haciéndome reír.

Al día siguiente, como casi siempre, soy la primera en levantarme. La madre de Fred quería que llegáramos temprano para que pudiéramos desayunar con ellos, pero cuando lo desperté, solo gruñó diciendo que tenía mucho sueño y volvió a dormirse.