Eternamente [Fred Weasley] [ETQME#2]

V E I N T I U N O

"SIGUENTE GENERACIÓN"

La figura azulada del cisne se desvanece cuando las palabras de Fleur se terminan. Debo esperar unos segundos para procesar todo y una vez que lo hago, me pongo de pie rápidamente porque estoy bastante emocionada. Mi mirada se va a hacia Fred quien ni se movió mientras el patronus de Fleur daba el mensaje de que el bebé de Rosalie está por nacer.

Unos pequeños golpes en la puerta me hacen voltear hacia allá.

—¿Están visibles? —Escucho a Isabelle murmullar y solo puedo reír ligeramente, así que me acerco a la puerta para abrirla—. ¿Vino contigo también?

—Si —respondo asintiendo—. Fred sigue dormido...

—George también, tiene el sueño muy pesado.

Dejarán de ser gemelos.

—Bien, iré a despertarlo.

Cierro la puerta y volteo hacia la cama. Sonrío al ver como Fred abraza más la almohada acomodándola un poco mejor y aunque no quiera despertarlo, me acerco para sentarme junto a él.

—Fred —le digo moviéndolo, pero solo consigo que se queje—. Fred, despierta...

El pelirrojo abre los ojos y me observa durante unos segundos desde ahí.

—¿Qué pasa? —Pregunta haciendo una mueca, en ese momento es cuando me pongo de pie para buscar algo de ropa—. ¿Qué haces? Son las tres y media...

—Fleur dice que el bebé de Rosalie está por nacer.

Desde el armario, lo veo sentarse ante mis palabras y después de tallarse los ojos, se pone de pie para hacer lo mismo que yo. Realmente no le pongo demasiada atención a la ropa que me he puesto, me urge más salir lo más pronto que podamos del departamento, pues semanas atrás, las tres le habíamos prometido a Rosalie que estaríamos con ella el día que su bebé naciera.

—No puedes hacerme esto —protesta, haciéndome voltear hacia él muy confundida. Me doy cuenta de que me observa fijamente, inclusive sus cejas se juntan un poco.

—¿Hacerte qué? —volteo hacia mi atuendo el cual él está viendo, y es entonces que sé lo que pasa.

—¿Por qué usas mi suéter de quidditch cuando vamos a salir? —Pregunta con un puchero que me hace reír porque sé lo que viene—. No sabes cuántas veces he soñado con que lo hagas...

—Fue lo primero que encontré —respondo volteando en busca de un abrigo, pero cuando estoy a punto de tomar uno, siento a Fred rodear mi cintura con sus brazos llevándome hacia él y recargar su mentón en mi hombro.

—¿Y si nos quedamos un rato más? —Me pregunta en tono sugerente.

—No —volteo hacia él y sonrío ligeramente—. Te prometo volverlo a usar.

—¿Cuando estemos solos? —Sus cejas se suben y siento mis mejillas calentarse por lo que ha dicho.

—Sí, cuando quieras —asiento y me suelto para tomar mi abrigo y ponérmelo. Eso me sirve de distracción.

—El Weasley te va bien —dice refiriéndose a las letras que están en la parte trasera del suéter—. Y el rojo también...

—Prefiero el verde —respondo volteando hacia él y riendo ante su mueca. Le doy uno de sus abrigos—. Pero me gusta el Weasley.

—Perfecto, porque un día va a ser tu apellido.

—Lo espero con ansias, cariño.