Eternamente [Fred Weasley] [ETQME#2]

V E I N T I T R E S

PROMESA VACÍA

Al abrir mis ojos, es como si de pronto ese día cálido que hacía en Londres se hubiera esfumado, pero tal vez solo es la preocupación que siento por mi hermano. Todo mi cuerpo tiembla cómo si estuviera haciendo mucho frío y lo único que puedo hacer para disminuirlo es cruzar mis brazos sobre mi pecho.

Volteo hacia el castillo y aunque sé que el haber ido puede resultar mal de mil y un maneras diferentes, no dejo que eso me detenga.

Pero apenas doy un paso cuando alguien grita mi nombre.

—Pero tú sí que eres testaruda —Tonks está a unos metros de mí y nunca me había alegrado tanto de verla—. No hay duda de que eres Black... el profesor Dumbledore...

—Pero mira quién habla —la interrumpo sonriendo ligeramente. Ella frunce el ceño—. Yo no soy la que molesta al director cada semana buscando información sobre el profesor Lupin...

Tonks me observa por unos segundos. Sé a la perfección de que he golpeado su orgullo de una forma que probablemente nadie ha hecho, y lo sé porque no ha sido capaz de decir algo para defenderse.

—¿Me vas a ayudar a entrar sin que Filch me haga tantas preguntas? —Pregunto y después de que suspira, se rinde, asiente y apunta el camino que debemos de tomar.

—¿Por qué le sigues diciendo profesor Lupin? —Me pregunta una vez que hemos entrado a los terrenos del colegio.

—La costumbre, tal vez —digo y una pequeña risa se escapa de mis labios—. ¿Sabes lo que ocurrió con mi hermano? ¿Quién fue?

Tonks parece estar incomoda con el tema e intenta hacer tiempo para no responderme de inmediato, y, aunque eso debe de darme una pista, decido esperar hasta que me responda.

—Bueno... tuvo un duelo en los baños o algo así...

—¿Con quién?

Tonks vuelve a darse su tiempo para responder.

—Creo que con Harry.

—¿Crees? —Pregunto volteando hacia ella, a lo que solo responde subiendo ligeramente sus hombros.

En algunas de sus cartas, Draco me había dicho que Harry parecía estar obsesionado con saber todos sus movimientos en el colegio, y, aunque supe que eso podría traer problemas, nunca creí que algo como esto podría pasar. Se supone que están en el colegio, un lugar seguro en el cual, de hecho, la seguridad incrementó este ciclo escolar.

Por la hora que es, ya no hay alumnos por los pasillos ni en el exterior del castillo, lo cual hace que mis nervios disminuyan solamente un poco, pero entre más cerca estamos de la enfermería, se comienzan a hacer presentes de nuevo al no saber qué es lo que me encontraría ahí dentro.

Antes de entrar, Tonks se cercioró de que no hubiera nadie adentro, pues había dicho que mi madre había hablado con Dumbledore para ver a hi hermano.

La enfermería está casi vacía. La única camilla en uso es en la que Draco se encuentra acostado y cuando me acerco, me doy cuenta de que está dormido, así que intento tomar la silla junto a su cama de la forma más silenciosa que puedo, pero fallo en el intento porque cuando volteo hacia él de nuevo, sus ojos comienzan a abrirse.

—Hola —una pequeña sonrisa se forma en mi rostro al decir esa palabra. El rostro de mi hermano se ve aún más pálido y cuando sus ojos grises se enfocan en mí, hace un fallido intento de sentarse—. Así quédate, necesitas descansar —le digo, acariciando su cabello e intentando contener las lágrimas dentro de mis ojos.