SOLA | BELLAMY B.

CAPÍTULO 25

"—¡¿Por qué demonios hiciste eso, Clarke?! ¡Te odio!—gritó Raven hacia la rubia una vez que la tuvimos en frente. "

Me hice bolita en la cama cerrando los ojos con fuerza al recordar los sucesos de esa noche, ya habían pasado algunos días y parecía que la muerte de Finn había sido apenas ayer. Recuerdo que yo había entrado en un estado de shock quedándome inmóvil en el suelo, Bellamy tuvo que cargarme y traerme a su pequeño departamento en lo que quedaba de Arca. 

Desde entonces mi rutina era dormir, ir al baño y asearme, volver a la cama y dormir otra vez. 

Parte de mi se sentía culpable por no haberlo detenido, por no haber insistido un poco más. Por no haber intentando hacerlo cambiar de opinión. 

"—Sólo así lograré quitar mi culpa".

Aquella frase no dejaba de repetirse en mi cabeza como consuelo a mi misma. El rencor crecía cada vez más en mi, al igual que la ira hacia los terrestres. Sabía que Finn fue bastante culpable de sus actos, que sus acciones no fueron correctas y que él no era nadie para arrebatar vidas inocentes. Pero los terrestres también arrebataron vidas inocentes de nuestro lado, hicieron que nos escondiéramos tras muros y nos encerráramos en nuestro pequeño campamento. 

Eso no era nada justo. 

"El rencor no es bueno, Elena. Finn tomó su decisión y debes estar en paz con ello". 

—Sólo cállate—escupí hacia mi luz. 

Por fin se había dignado a aparecer. 

Desde la muerte de Finn no había dejado de hablar en mi cabeza, y jamás había deseado tanto que se calle. Ya ni Demian era tan fastidioso.

"No puedes culparte de algo que no estuvo en tus manos". 

Abrí mis ojos dándome cuenta que estaba sola, seguramente Bellamy había salido a repasar el plan de Clarke para entrar a Monte Weather. Me paré de la cama dispuesta a tomar una ducha, esperando a que así logre quitarme un poco del cansancio físico y mental que tenía. 

—Tu destino es estar sola...—repetí la frase que mi oscuridad me dijo aquella noche. 

Y lo peor de todo es que sabía que ese sería mi destino. Todo el que estaba cerca de mi moría de una forma u otra. Mi madre, Theo, los treinta científicos del Arca, guardias, terrestres, Finn...

A excepción de mi padre, claro. Lamentablemente el seguía vivo. 

"Ellos cumplieron su tiempo aquí en el plano terrenal, Elena. Tú no tienes culpa de nada"

—Te dije que te callaras—volví a repetir poniéndome de pide ignorando el repentino frío que recibieron las plantas desnudas de mis pies. 

Vi mi ropa doblada en una silla, estos días no había salido de una camisa de Bellamy. No había hecho nada por salir fuera de este departamento, y si no fuera por el moreno que todos los días me traía una charola con comida, tampoco me habría estado alimentando. 

Dato curioso: los científicos del Arca habían descubierto que mi organismo podía aguantar hasta una semana y media sin recibir ninguna clase de alimento. Podría sobrevivir a base de líquidos. 

"Tal vez lo mejor era que jamás hubieras regresado al plano terrenal, borreguita. Sólo haz traído mala suerte"

Caminé hacia el baño cansada de discutir con ambos, no les ganaría a ninguno de los dos. A veces pienso que lo mejor debió ser que me hubiera quedado en aquel limbo, esperando el gran secreto de qué pasaba después de la muerte.