CAPÍTULO 4

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Estaba en camino al dormitorio mirando todo discretamente, pues en cada pasillo había un guardia o estaban personas transitando. En mi mano izquierda apretaba con algo de fuerza el frasco con las pastillas, mientras que con la derecha tronaba mis dedos para calmar mi nerviosismo. 

No podía evitar sentirme insegura aún en este lugar, era extraño. El hecho de que todo el mundo de de una sonrisa o que todos sean amigables con los demás, era algo que ni en el Arca había visto. 

Pero aún así la duda y la desconfianza seguían ahí. Si bien era cierto que las personas de aquí eran amigables, también eran demasiado extrañas. 

—Ey, Elena—levanté al vista al escuchar la voz de Jasper—Ven, quiero presentarte a alguien. 

Pude ver que detrás de él se asomó una chica demasiado blanca, casi tan pálida cómo yo. Su cabello era negro y sus ojos grandes, era muy hermosa. Me acerqué a ellos a paso lento, notando que la chica que ponía algo nerviosa. 

—Ella es Maya—señaló Jasper, ella me dedicó una sonrisa—Maya, ella es Elena.

—Hola, encantada—dijo mientras estiraba una mano a mi dirección. 

—Hola, el placer es mío—dije tomando su mano para después estrecharla. 

—Maya conocer el lugar, ha estado guiándome en estos días —dijo Jasper con una sonrisa boba en su rostro. 

Alcé una ceja mientras una sonrisa se formaba en mis labios. 

Conoce el lugar...

—Oye, Maya...—dije mordiéndome el labio inferior antes de hablar nuevamente—¿Aquí tienen alguna especie de biblioteca? Quisiera buscar algo. 

Maya asintió con la cabeza mientras pasaba sus manos por su vestido rosa. 

—Claro, sígueme—dijo mientras daba media vuelta haciendo que Jasper y yo fuéramos detrás de ella. 

El silencio era algo incómodo, podía sentir a Maya tensa y a Japer también. Pero traté de no darle importancia, pues ahora mis prioridades eran distintas. Nuevamente, estábamos entre pasillos que no tenían ni una sola ventana. 

—¿Por qué no hay ventanas en este lugar?—pregunté fingiendo inocencia en el tono de mi voz. 

—Técnicamente esto es como un bunker—respondió Maya mirándome sobre su hombro—Aspi que estamos bajo tierra. 

—Ah...—respondí asintiendo con la cabeza insatisfecha con la respuesta. 

"Qué exigente". 

—Ya llegamos—dijo Maya abriendo dos puertas que dieron paso a la gran biblioteca del lugar. 

No pude evitar soltar un jadeo de exclamación al ver la inmensidad de libros que había en el lugar, los libreros hechos de madera dándole ese toque antiguo pero hermoso. Caminé hasta ponerme en el centro, seguida de Jasper que lucía igual de fascinado que yo. 

—Esto es asombroso—dije con una sonrisa. 

Maya sonrió mientras se acercaba a nosotros. 

—Puedes encontrar géneros de todo tipo, no hay problema con eso. La biblioteca tiene gran variedad—dijo volteando a ver el librero que teníamos a un lado—En ese encontrarás libros de historia; en este de allá hay enciclopedias. Sólo que ya son algo viejas y la tinta está algo borrosa en el papel—dijo señalando dicho librero—Y en ese puedes encontrar libros de romance....

Deje de escucharla cuando noté que a un lado de la puerta había un mapa del lugar. 

—¿Tienen archiveros?—pregunté haciendo que ambos me voltearan a ver confundidos. 

SOLA | BELLAMY B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora