Capítulo 31: La Jaula

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La susodicha se levantó y caminó hacia nosotros, entregó el libro a Charlie y se agarró el pelo (si veis Naruto esta chica me recuerda mucho a Karin).

-¡Suspenderé!-chilló, frustrada.

-No creo que esa deba ser la principal de tus preocupaciones-le dijo Indra.

-Ums, pero mi Indra querido-miré en un flash a Nuria, esta fulminaba con odio a la pelirroja-sabes que estos exámenes son muy importantes ¿cierto, cariño?-ella le coge la cara a Indra y se la aprieta, él la aparta de un golpe.

-Deja tus exámenes para otro momento, tenemos que ayudar a una amiga mía-él no me mira a mí, que soy la que necesita ayuda. No, mira a Nuria, que le ignora cortantemente, haciendo como si la química que había entre ellos nunca hubiese existido.

-OK, como tu digas querido. Voy a cambiarme-se despide con su mano y entra por una puerta, donde desaparece.

-Ella es una amiga un poco especial-intenta arreglar Indra, pero solo lo empeora.

-Ya, pero si a mí eso no me importa, ¿por qué habría de hacerlo?-Nuria es una gran actriz, le sonrie con naturalidad y saca su móvil, donde empieza a mirar quien sabe qué cosas. Indra la ve obviamente afectado, pero rápidamente opta también por la indiferencia.

-¿Y a estos que les pasa?-escucho susurrar a Amos.

-Que Nuria tiene celos-Amos mira a Pilar confundido, preguntándole con la mirada ¿qué había querido decir?-a Nuria no le gusta que la otra chica esté tan cariñosa-Amos asiente, pero Pilar y yo sabemos que no ha entendido una mierda, en cambio Toni parece enterarse de todo, al igual que Ron y Charlie.

Podría pasar horas de aburrido relato explicando qué pasa a continuación, pero prefiero resumiros diciendo que Nuria e Indra no se dirigían la palabra. Ron y Charlie lo cargaron todo. Sonia... no hizo ni el huevo, y solo metió más cizaña, solo que ahora Indra se dejaba hacer aún más que antes. Despegamos con la nave y Charlie se quedó allí.

Todo silencioso por el camino. El nerviosismo me estaba recorriendo y tenía la profunda sensación de que algo iba a salir mal. O algo o todo, teniendo en cuenta como terminaron resultando las cosas.

-¿Control?-escucho preguntar por el altavoz a Indra-¿control, responde?

-Sí, nave S-08, ¿qué ocurre?-escucho con atención en el silencio de la nave, solo se escucha la ruidosa respiración alterada de Shizoru y los bips de Emugt.

-Permiso para aterrizar a las 10:00 Pm ¿permiso concedido?-oigo el murmurar por el micrófono.

-Concedido-responden-aterrice en el andar 13-puto número 13, me persigue.

-Recibido, cogeremos la ruta 10, por el Sur-al otro lado colgaron-. Todo bien, no sospechan.

-¿No preguntas motivos?-se le ocurrió preguntar a Amos.

-No, ya explicaremos todo allí-aclaró Ron-. Así es como hacemos las cosas nosotros-el resto de mi equipo a excepción de Sara parecían confundidos con sus métodos, a mí no me parecían relevantes ninguna de las dos.

Efectivamente un rato más tarde, cerca de las 10, ya podíamos ver una explanada enorme, increíblemente enorme y con un asombroso parecido con la explanada de la que habíamos salido. A lo lejos ya se veían los paneles solares que apuntaban al sol.

No explotaron bombas ni nos llegaron misiles asesinos, como yo creía que sucedería, a pesar de este hecho no bajé la guardia ni un instante. Más tarde ya podía ver "La Jaula" y sus siete barreras llamadas como los siete pecados capitales. Primero Lujuria, luego Pereza, y así hasta Soberbia. Se aterriza en la primera barrera, Lujuria, donde yo esperaba encontrar mujeres poco vestidas como guardias, debido al significado de la palabra lujuria, pero donde mis expectatibas no fueron las acertadas al simplemente encontrar muchos guardias esperando nuestro aterrizaje junto con otras muchas naves.

La Amiga del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora