La Amiga del Dragón

Capítulo 18: cartas de despedida, adiós

Estaba tumbada sobre mi cama, cuando desperté los chicos estaban conmigo en el hospital de El Sirasayall, Shizoru estaba a mi lado también en una camilla. Ellos ya habían sido curados pero yo tenía dos heridas bastante serias que ya conocía, afortunadamente me cogieron a tiempo.

La batalla se resolvió satisfactoriamente cuando algunos equipos de apoyo llegaron a la zona e hicieron otro ataque sorpresa. Para fortuna de todos la mayoría de los agentes que habían en ese edifico eran científicos y no dryhu, lo cual hizo fácil hacerse con el control de la batalla. Salvamos a muchos de los dragones que estaban en los tubos de cristal y que ahora se encontraban en El Sirasayall siendo atendidos.

Luego de una gran charla y todo lo demás nos llevaron a nuestras casas. Mi familia según mi parecer no había llegado, aunque vi una nota sobre la mesa de la entrada.

"Cariño, tenemos un viaje de negocios muy importante, no volveremos hasta un tiempo. No sabemos exactamente en que momento. Pórtate bien, ve a la escuela, come bien y todo eso..."

¿"Y todo eso"? ¿En serio estós eran mis padres?

"te queromos muchos, sé buena, besitos

PD:tu hermano se va a quedar con un amigo durante un tiempo, por lo que vas a estar sola en casa guapa"

Bueno, toda esa nota me dio mucho en qué pensar, para empezar el simple hecho de que hubiera una nota, es decir, pudiendo mandarme un mensaje, llamarme... "No has contestado el móvil durante unas cuantas muchas horas", recordé. Bueno, en cualquier caso, ¿por qué no llamaba al fijo a las tantas como muchas veces lo han hecho? ¿Por qué una nota? ¿Por qué si vieron que no respondía al móvil no se preocuparon? Muchas preguntas. Dejando eso de lado era raro un viaje tan repentino, pero lo dejé pasar y fui al próximo factor, añadiendo que mi hermano no tiene demasiados amigos aquí. Para sumar decir que esa letra no me sonaba, es decir, no es como que yo he visto en demasiadas ocasiones la letra de mis padres, pero esa no era, de todos modos pasé del tema y fui al último punto. ¿Mi madre me había dicho que me portara bien, fuera a la escuela, y todo eso...? Para ella decir eso sobra, es decir, yo nunca, nunca, nunca, le he dado razones para que ella me recuerde "tienes que ir a la escuela". Aunque me levante tarde yo voy a la escuela, y más aun a la universidad por favor, aunque esté con 39 de fiebre si ella no me lo dice yo voy (más bien por miedo a que me regañe), aunque, no sé, este lloviendo a cántaros. Eso y que sea buena y me porta bien, ya lo hago.

Nada en la carta parecía tener demasiado sentido, pero supuse que eran imaginaciones mías, no es como que voy a llamar a la policia diciendo "disculpen, es que he leído una nota que aparentemente han dejado mis padres antes de irse pero es que no me parece que la hayan escrito ellos ¿podrían dedicar un instante de sus vidas a buscar a mis padres que podrían estar perfectamente a salvo cuando otras muchas personas podrían estar en problemas de verdad? Gracias..."obviamente me madarían a la mierda. Y como tampoco tengo pruebas...

Me olvidé de la carta sin darle demasiada importancia y subí las escaleras, abrí la puerta de mi cuarto y me tiré a la cama.

-Que vacío...-me dije al escuchar el gran silencio en la casa, siempre me había gustado dormirme con la luz del salón encendida y la televisión puesta, porque significaba que al menos mi padre o mi hermano estaban depiertos, o cuando a las tantas de la mañana escuchaba los sonidos de mi madre cocinando o sus charlas de madrugada. No importa cuanto la gente pueda decir que eso es molesto, a mí me encanta. Odio tanto la sensación de estar sola por la noche, de no tener a nadie a quien acudir si algo pasaba, sé que suena como una tontería pero yo siempre he sido una miedica y una paranóica, luego de ver una película de miedo iba al cuarto de mis padres sin avisar y me tumbaba, no en la cama, porque se darían cuenta, no, en la alfombra al lado de la cama. A veces ni siquiera necesitaba una razón para hacerlo, solo quería tener a alguien cerca, y no dejé de hacerlo porque quisiera, sino porque luego todo eso se comentaba entre mi familia y me daba mucha vergüenza, dejé de hacerlo porque me avergonzaba de ello no porque realmente no me importara.