Capítulo 15: Secuestro

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Delante de mí contemplé lo que debía ser todo el escuadrón de O.E.C.E.D, con sus armas y sus trajes. Las voces que escuché eran de ellos... y si estaban exaltados era por el dragón que había escapado inesperadamente de su jaula.

Yo quedé petrificada, no es que no quisiera correr y salir corriendo, es que mi cuerpo no respondía. Estaba aterrorizada, tanto que creo no me di cuenta cuando un grupo de agentes se dio cuenta de que una chica con el uniforme de O.L.C.C.E.D estaba parada en la puerta temblando como tonta.

-Es de O.L.C.C.E.D, atrapadla-se dio una orden, y en pocos segundos me vi rodeada de personas que me intentaron agarrar. Por mero reflejo salí de mi lapsus a tiempo para dar el último grito e intentar salir corriendo hacia arriba, aunque no lo logré. Conseguí darme la vuelta y subir un escalón hasta que noté que mi brazo era fuertemente sujetado por alguien, y eso me hizo caer hacia delante, dándome con un escalón en la cara que probablemente me rompió el labio.

Detrás de mí escuché a Shizoru rugiendo, pero no parecía estar ganando. Pude comprobar esto cuando me levantaron tirandome del mismo brazo, me sujetaron fuertemente las muñecas detrás de la espalda con una cuerda de esas rasposas e insoportables, una soga. Luego de eso pude ver como también amarraban a Shizoru y me intentaban apartar de él. Claramente me resistí, le mordí a uno en la mano que gritó de dolor y me insultó, luego me revolví y le di una patada al que tenía detrás, entonces sentí que me soltaba un poco el brazo y caí en que había acertado en mi objetivo. Dí otra patada y escuché a alguien cayendo al suelo maldiciendo de dolor, los otros no tardaron mucho en intentar cojerme, pero yo pataleé, areñé, mordí, chillé y di cabezazos como una loca, incluso cogí un móvil, pero como no pude hacer nada con él lo guardé en el bolsillo, todo intentando salir de allí. Pero lo único que conseguí fue alejarme más de la salida y de Shizoru, al cual lo había llevado por un pasillo donde no lo volví a ver.

En plena desesperación por no saber que hacer no me di cuenta de que alguien venía por detras y me cogía del pelo.

-Vaya, vaya, eres peleona ¿eh? Debe ser una novata para entrar aquí con un arma y no atacar con ella-Entonces recordé que cuando entré tenía mi espada en la mano, hubiese podido quemarles... si hubiese sido un poco más inteligente...-de cualquier forma lleváosla, tal vez podamos sacarle algo de información.

-¿Pediremos un rescate?-preguntó otra persona.

-¡No!-el hombre se rió-no lo necesitamos, cuando terminemos haremos experimentos con ella, o la obligaremos a trabajar para nosotros, pero no le devolveremos a un r-rider a O.L.C.C.E.D-aseguró-¡vamos, llevaosla!-esta vez muchas más personas me agarraron y tuvieron un cuidado sublime de mis golpes, haciendo que ninguno de mis intentos de liberarme surtiera algún tipo de efecto.

-¡Ahí estarás bien!-me lanzaron dentro de una habitación húmeda y oscura, había charcos de agua en el suelo y manchas de sangre seca. El suelo era de hormigón y podías encontrar algunas piedras sueltas que se clavaban en mi piel.

Me incorporé y estudié el lugar, paredes mohosas, techo agrietado, cadenas sujetas a la pared... vamos, lo que te encuentras en una suite de cinco estrellas. No había nada más destacable, nada que pudiese cortar la estúpida soga que hacía que me retorciera en el suelo como gusano, intenté ponerme de pie, pero por desgracia tampoco presté mucha atención a la clase de E.F en la que nos enseñaron eso.

Para colmo ese tipo de cosas nunca me salían bien, por lo que me arrastré hasta la pared de las cadenas, allí me apollé contra la pared y me senté a pensar ¿qué pasaría ahora?

Entonces me di cuenta del enorme error que esas personas habían cometido ¡el móvil!

Era uno de esos viejos con patalla pequeña y sin detector de huellas ni nada, por lo cual fue fácil hackear la contraseña (muy ridícula, por cierto) y marcar un número, todo eso con las manos atadas y la cabeza apunto de salirseme de tanto mirar para atrás.

La Amiga del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora