ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ [One Shots]

Baji Keisuke +18

(Que no se note que es uno de mis favs kskdk.)

   

El Príncipe sin temperamento

Baji estaba recostado sobre tus piernas en uno de los sofás, su cabeza reposaba en tus muslos descubiertos. Acariciabas su cabello y le hacías mimos por lo cual era compresible que estuviese dormido.

Su relación era algo envidiable a los ojos de los demás, muy pocas veces peleaban pero cuando menos se daban cuenta ya estaba riendo y besandose por doquier. Él ama la sensación que experimenta cuando lo besas, se le retuerce el estómago y su pecho se infla por una felicidad indescriptible.

Adora ponerte apodos como, mi niña, princesa, corazón, etc. Suele ser muy empalagoso con esas cosas.

Tu solías llamarlo príncipe sin temperamento sobre todo por su aspecto de Príncipe, aunque su paciencia no sea mucha, pero era demasiado largo.

Pero viniendo de él jamás te resultarían vergonzosas o incómodas, sino todo lo contrario.

El timbre resuena por toda la casa. Temiendo despertar a Baji de su profundo sueño, retiraste tu cabeza lo más cuidadoso posible y prácticamente correr hacia la puerta, quién quiera que sea no te lo perdonaré si lo despiertas.

Luce demasiado tierno y lindo como para que lo despierten.

Cosita.

Miraste por la pequeña mirilla de la puerta y una silueta familiar y desagradable apareció frente a ella.

Es Kisaki.

El tiene una rara obsesión con Hina y contigo, nadie sabe porqué, pero lastimosamente es parte de la ToMan y pertenece de la división de Baji y como miembro de esta es normal que suela pasearse por aquí. Solo que Baji no le permite siquiera verte cuando se reúnen.

Pensaste en ignorarlo pero su insistencia podría ser algo que afecte el humor del peli-negro. Y nadie quien a un Baji enojado sí no es para darme como cajón que no cierra.

Porque sí, cuando se enoja sueles tener los mejores orgasmos.

Abriste la puerta de golpe y saliste al pasillo, dejando un poco entre abierta por si cualquier cosa sucedia.

—¿______? —preguntó claramente confundido de porqué no salió Baji.

—No, el diablo —ironizaste y te curzaste de brazos levantado un poco tu pecho. Kisaki lo noto y su vista fue inevitablemente hacia allí—Mis ojos están arriba. ¿Qué quieres?