ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ [One Shots]

Kazutora Hanemiya

(Cap sad sad sad triste sad :))
(Rayis se identifica tanto con pronombres masculinos como femeninos, es por eso que pueden referirse a que es hombre y mujer en una sola oración/párrafo. Es para evitar confusiones <3)

    
    

Habitación 203.

       

—¿Dónde vas Kazutora?. —preguntó Baji al ver cómo el bicolor salía totalmente emocionado

—A ver a una amiga. —dijo rebosante de alegría.

—Últimamente pasas mucho tiempo con esa "amiga", espero que no sea un ataque de esquizofrenia y que en verdad exista.

—Sí existe. —se defendió.

—Entonces llévame a verla.

Al principio dudó un poco pero sólo hizo falta un par de súplicas por parte del peli-negro para que Kazutora no pudiera negarse.

—No seas imprudente y procura no hacer tanto ruido. —sentenció el bicolor, Baji no entendió muy bien a que se refería pero aceptó en silencio.

Ambos de subieron a la moto con Kazutora manejando, detrás Baji contemplaba el paisaje hundido en sus pensamientos.

—¿Y hacia donde estamos yendo? —rompió el silencio.

—A verlo. —no quiso entrar mucho en detalles.

—Ajá.

Poco a poco Tora redució la velocidad hasta quedar en las puertas de un hospital. Vió una figura femenina asomarse por la ventana, las cortinas se abrieron de para en par y el joven asomó su cabeza totalmente alegre.

—¡Pequeño trige! ¡Sí viniste! —gritaste con euforia.

Tu brazo se extendió y lo saludaste frenéticamente. Él imitó tu acción con una sonrisa en el rostro. Miró a Baji que estaba estupefacto, no entiendia nada pero logró atar un par de cabos sueltos.

Entraron dentro y en la recepción había una linda ancianita que los recibió con una cálida sonrisa.

—Estuvo toda la noche esperando. No durmió mucho pero aún le queda energía. —dijo con dulzura.—Y tú debes ser su amigo, mucho gusto. —le extendió la mano a Baji que aceptó gustoso.

—Gracias Helen. —Tora dejó sus pertenencias en un casillero y subió hasta el tercer piso donde se encontraba tu habitación.

—De todos los lugares que me imaginé este era el ante-último. —murmuró Baji tan bajo que solo Kazutora era capaz de oírlo.

—¿Puedo saber cuál era el último? —rió.

—Un prostíbulo. —se sinceró. A su lado Tora golpeó su hombro.—¿Qué? Era una opción.

—Eres un desvergonzado. Ahora trata de ser amable. —frenó frente la habitación 203.

Antes de que siquiera toque la perilla abriste la puerta de golpe asustandolos y causando que Tora caiga de culo al piso.

Te reías a carcajada limpia burlándote abiertamente de él, pero no duró mucho, una terrible tos te atacó de repente.

De un solo movimiento Kazutora se levanta del suelo y frota su mano contra tu espalda dando pequeñas palmaditas en un intento de calmar tu tos.