Maratón 5/5

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(Sin corregir)
Ig: Tokio_lenxs

¡MALDITA VIEJA!

      

Cada hora que pasa, es una hora más en la que me da hambre y no me dejan comer.

«Maldita sociedad, siempre vas un paso por delante de la ignorancia»

Mi estómago ruge, mi saliva amenza con caer de mi boca y mis ojos se deleitan con el hermoso pastel de chocolate que tengo justo frente a mi.

Sin embargo, mis manos temen por intentar tomar un pedazo y terminar siendo golpeadas por las de mi mamá en un intento muy efectivo de que no coma antes de tiempo.

—Te pareces a un perro mirando su comida. —dijo Smiley pero estaba igual que yo.

—Cálla imbécil, rompes ni concentración.

—Esos dos cada vez me preocupan más… —le dice Draken a Mitsuya quien asiente dándole la razón.

—_______, cielo necesito que vayas al marcado a por un poco de pan, llévatelos... —señaló al rubio que estaba igual que nosotros solo que miraba desde lejos y al peli-naranja—, y compren algo para ustedes.

Al oír lo último los tres nos ponemos de pie, yo tomo el dinero de la mesa mientras Mikey y Smiley están en la puerta colocándose sus abrigos, los imito y nos vamos no sin antes despedirme de mi mamá.

—Adios mamá, prometo regresar en una pieza y con lo que me compré.

—¡No te olvides del pan! —me recuerda.

—Ah, sí el pan. No te preocupes. Volveremos, creo…

La mujer resopla y llama con un gesto de sus manos a Mitsuya.

—Acompañalos, tres niños impulsivos, con dinero yendo al centro no es muy bueno para dejar sin vigilancia. —dijo con total normalidad.

—Por supuesto mamá de _______.

—Dime Jane, cielo.

—Está bien Jane. Nos vemos.

—Escríbele a alguno de los chicos si hace falta, que es lo más probable.

—De acuerdo.

De mientras ustedes tres prácticamente salieron corriendo por la puerta, como vivías en una calle en bajada, correr de esa forma fue una dosis pura de adrenalina mezclada con el miedo de estampar tu cara contra el asfalto.

Por suerte tu no fuiste se cayó, sino Smiley. Pero al ir atrás, en lugar de caer demanera graciosa, se los llevo por delante ambos y los tres rodaron colina abajo como un saco de papas.

—Mijo, ¿No te enseñaron a correr!? —digo agitada e indiganda.

—Es que tengo tres piernas.

—¿Qué?

Debajo tuya Mikey suelta una risita, comprendiendo el chiste de peli-naranja.

—Serán dos piernas y un maní bebé —le retruco al por fin entender.

—¡PFF, JAJAJAJAJAJA!

Está vez Mikey no pudo contenerse y estalló.

Simley se levantó algo enojado, no le gusta que lo humilles, aunque siempre lo haces de alguna forma.

—Comprúebalo si tanto lo dudas —sentenció.

—¿E infartarme al descubrir que no haya nada? Gracias pero lo dejo pasar.

ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ  [One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora