ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ [One Shots]

Hermanos Kawata +18

(Angry te amo más de lo que me amo a mi)

Maratón 1/3

Sweet

No era la mejor de las situaciones, pero digamos que no era para nada malo.

Quiero decir, tener a ambos hermanos Kawata juntos, pegados a ti uno a cada lado, mientras beben shots de vodka y pasan su lengua sobre la sal que está en el hueco de tu clavícula no es para nada una mala situación.

Y para colmo no había nadie más además de ustedes tres, el resto se había ido a casa o estaban tirados en le patio trasero en alguna clase de coma.

Admitias que estaban bastante borrachos sin embargo estaban plenamente consientes y cuerdos como para tomar decisiones en sano juicio.

En un momento sentiste como Angry mordió en lugar de lamer. Te sobresaltaste levemente por la sorpresa.

Smiley al otro lado imitó su acción solo que en lugar de morderte este succionó tu piel dejando un chupón que rápidamente se volvió violeta.

—No recuerdo haber aceptado morididas y chupones. —murmuraste algo entrecortada.

Pero no me quejo.

—¿No te gusta? —gruñó Smiley contra tu oído.

—No dije eso...

—¿Entonces cuál es el problema? —susurró suplicante Angry.

Ninguno.

Ambos hermanos siguieron repartiendo besos y mordías por todo tu cuello y clavícula, fue solo entonces que Smiley tomo tu mandíbula obligandote a mirarlo para estampar sus labios contra los tuyos en un fogoso y posesivo beso.

Aunque sus labios de movieron de forma suave y lenta se sentía el deseo y posesividad en él.

El menor de los hermanos tampoco se quedó quieto y comenzó a descender sus caricias hasta el valle de tus pechos y posteriormente rozar tus pezones, algo erectos, con la llema de sus dedos. Los movía en círculos y de vez en cuando tiraba levemente de ellos, se quedó observabando detalladamente cada expresión tuya mientras jugeteaba con tus pezones por encima de la ropa.

Por suerte el sofá era lo suficientemente grande como para que quepan los tres.

Naoya moridisqueó tu labio inferior antes de despeagrse de ti y volver a tu cuello, cuando lo hizo Souya no tardó en atacar tus labios ya incahdos y rojos.

A diferencia de su hermano, el peli-azul mantuvo un ritmo agresivo y rudo, su lengua jugó con la tuya a la par que se enredaban y luchaban entre sí.

Sentiste una mano acariciar la parte interna de tus muslos subiendo cada vez más.

—Espera... —murmuraste contra la boca de Angry.

El peli-azul se separó de ti al instante, te observó con cuidado buscando alguna señal de miedo o negación, pero no la encontró.

Obvio que no.

Naoya y Souya te observaban con una ceja alzada, esperando que digas el por qué parar.