ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ [One Shots]

Kakucho Hitto (HxH)

Ride me

Pov's Kakucho

El hotel donde le dije a mi novio que estaría se encuentra extrañamente vacío. Recuerdo perfectamente el primer día que llegué habia demasiada gente al rededor, iban de aquí para allá, turistas, residentes, empleados, de todo. Pero hoy luce vacío, como si no hubiese nadie más que yo.

No me disgustó, me gusta la tranquilidad y sobre todo el espacio

Pero no me confíe demasiado, tanta tranquilidad a veces no era buena, y tenía aún más sospechas cuando justamente hoy era el día en el que _______ venía a verme.

Estoy un noventa porciento seguro de que él tuvo algo que ver, cuando lo vea se lo diré.

Pero mientras me limito a ir hasta mi habitación y dejar todas la compras sobre la mesada de la cocina. Gracias a dios tengo la suite y no una habitación normal, me volvería loco de escuchar las conversaciones de los demás todos los días. No soy chismoso y odio los rumores, por lo que estar en una de esos cuartos sería mi fin.

Además de que ellos también podrían oír todo lo que hago.

Eso último me recordó a cierta persona que no sabe controlarse y provocó que tanto mis mejillas como mis orejas se tornaron de un rojo carmesí.

Cielos… algún día va a matarme.

Sacudo mi cabeza para tratar de alejar dichos pensamientos pecaminosos.

Me tiró al sofá –literalmente– y enciendo el televisor en busca de algo interessnte que ver mientras devoro la hamburguesa que compre minutos antes.

Pasado un poco el tiempo, ya era de tarde y el sol comenzaba a esconderse entre los edificios y supe que era tiempo de tomar un baño. Necesitaba relajarme.

Izana hizo que el trabajo de hoy fuera aún más agotador, pero no me quejo de mi líder, es alguien muy bueno por dentro, muy dentro.

Una vez que la bañera está llena de agua tibia me sumerjo dentro. Dejó que mis músculos de relajen y apoyo mi cabeza sobre el borde de la tina. Cierro mis ojos y mi cabeza queda en blanco.

Puedo sentir el suave movimiento del agua por mi cuerpo, lo que hace que un quejido de placer saliera de mis labios.

Joder, esto es la gloria.

No recuerdo en que momento me dormí pero lo hice. ¿Fue peligroso? Sí, ¿Me importó? No.

Pero mi tranquilidad duró poco ya que unas grandes y suaves manos recorrieron mi torso con descaro. Haciendo círculos y patrones erróneos subiendo hasta mi cuello, dónde lo acarició de arriba hacia abajo para luego pasar un dedo por mi manzana de Adán y finalmente llegar a mi mandíbula.

Me hubiese alarmado si no conociese perfectamente esas manos. La textura y la forma tan sincera de tocarme, era imposible que no fuera ________.

Abrí lentamente mis ojos solo para encontrarme el rostro de  _______ apoyado sobre uno de sus brazos en la tina, con una sonrisa de oreja a oreja.

Vírgen santa…

–Dormirte en la tina es peligroso, cariño —gruñó.

—…

—Sal. —demandó— Haré algo de comer —me guiñó un ojo antes de levantarse y darle una última calada al cigarrillo en su mano e irse.

Me quedé observando su ancha espalda y como sus tonificados glúteos desaparecian por la puerta.

Las camisas negras le quedan de infarto, le compraré un par más para que las use todo el puto día.

Demonios, céntrate Kaku.