ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ [One Shots]

Ran Haitani +18

(Rayis Hombre ♥)

Pet

   
    

—_______, dulzura podrías por favor no intentar provocarme? —susurró Ran desde el otro extremo de la habitación.

—No es mi culpa que seas un maldito calenturiento. —te excusaste.

—Tú me pones caliente, no lo puedo evitar, y más con esos shorts. —su mirada se clavó en tu piernas, en su mente las estaba mordiendo y apretando a su placer.

—Pues que mal por tí, a ver si así alguien aprende algo de autocontrol. —era la cuarta vez en el día que decía que está caliente, aunque no sólo lo decía.

—¿Quién necesita autocontrol contigo? —su voz que de por sí era suave y elegante cambio drásticamente a una fría y posesiva.

No querías provocarlo aún más o terminaría follandote encima de la mesa de su escritorio. La verdad no me quejo, sólo que se vuelve más agresivo y posesivo, no digo que no me guste porque la verdad me encanta, sólo si es él claro está, si hubiese sido cualquier otro ya estaría tirado en el piso agonizando.

A tí lo perdono todo cariño, menos el divorcio.

Te tiraste en el sofá que estaba justo frente a su pequeño escritorio, pero antes meneaste levemente tus caderas con sensualidad.

Si vamos a hacer esto hágamoslo bien.

Te recostaste de forma que tú trasero sea más visible ante sus ojos mientras fingias revisar tu celular. Lo oíste suspirar pesadamente, era un claro indicio de que tu estrategia estaba funcionando.

—______. —su voz se volvió áspera y tosca.—Deja de hacer eso.

—¿Hacer qué? —dijiste con fingida inocencia. Mientras volvías a menear tus caderas y balancear tus piernas.

—Eso. —señaló a tu reciente acción.

—No sé de qué hablas. —lo miraste con inocencia y ternura.

—Si aún valoras caminar mejor quédate quieto. —acomodó unos papeles sobre el escritorio mientras te obsevaba fijamente.

¿Y que sí no lo valoro? Si tú me lo pides hasta me arrastro.

Volviste tu atención a tu celular, en eso una llamada emergente de Rindou apareció en tu pantalla.

Perfecto.

Ran era muy celoso con su hermano, a decir verdad lo era con todo el mundo, pero sabía que su hermano y tú eran muy unidos y que él fué quién te quitó la virginidad, solo por un acuerdo mutuo y "experimentar". Sin embargo jamás te prohibiría hablar con él, lo conoce, sabe que Rindou no es de la calse de personas que se meten en las relaciones de los demás solo por capricho o por calentón, lo encuentra fastidioso y molesto.

Atendiste sin dudarlo.

—Pero si es el pequeño de los Haitani, ¿Qué es lo que desea el príncipe? —levantaste tu voz intencionalmente.

No me importa morir.

—Esta noche habrá una fiesta en el bar de siempre, trae a Ran si es que puedes, aunque dudo que no te siga. —por desgracia sus voces eran muy similares, dios es como hablar con Ran solo que un poco más delicado.