Jonathan perdió a su esposa a quien creía conocer y debe lidiar con un futuro incierto. Heredero de una gran fortuna e imperio, decide apostar todo por la venganza cuando se reencuentra con la niña que lo miró a los ojos cual adulta fuese. Sus plane...
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Katrina
A medida que el auto se acercaba a la mansión mi estomago se apretaba cada vez más. Por fin, después de tres semanas sin saber, absolutamente nada de Jonathan volvía a casa. Para verlo. Para sentirlo verme de esa forma, tan sobreprotectora. Como si yo fuera la única cosa importante en el mundo.
Preguntarle a Corky sobre "como estaban las cosas en casa" no era información suficiente. No iba a decirme si Pine estaba vivo o si le habían hecho algo. No iba a decirme nada. El estúpido era demasiado inteligente para darme lo que sabía que quería. Así que solo recibía respuestas vagas de su parte "Todo ok" "Ojalá vuelvas pronto" y yo me mordía la lengua por saber de Jonathan. Lo que me llevó a preguntarme ¿Por qué no tenía su teléfono?
Era algo que iba a tener que tener luego, o después. Todo depende de que sé diera primero.
El auto se detuvo en frente del enorme portón. Papá me había llamado para decirme que no podía recogerme en el aeropuerto porque tenían mucho trabajo. Y con eso de "Tenían" yo realmente esperaba que se refiriera a Jonathan y a él. El trabajo era una fiesta de cumpleaños. La fiesta de cumpleaños de mi pequeño hermanito y por eso además de Jonathan, me urgía estar de regreso pronto.
El auto finalmente se detuvo, Frisky se bajó a abrirme la puerta y la sostuvo abierta mirando a su alrededor para asegurarse de que el perímetro estuviera cubierto. Pero nada más lo hacía de arrogante así que para escucharlo gruñir y arruinarle su alegría lo jalé del brazo.
-Lleva mis maletas ¿Sí? - el viejo me miró con la frente arrugada, iba a protestar pero ladee la cabeza haciendo un gesto que le decía claramente las consecuencias que tendría si no me obedecía.
Gruñó sin decir nada y se puso a trabajar.
En eso, alisé los pliegues de mi falda negra y reacomodé mi cabello en una larga coleta sobre mi cabeza. Respiré profundo, pensando que no era momento de encontrarme con Jonathan porque tal vez estaría ocupado ayudándole a mi papá con los clientes camuflados que iban a aparecer en la fiesta. Las palabras de mi mamá se repetían en mi cabeza como un taladro "No confíes en tu papá, no es quien dice ser" "¿Esos trabajos de compra y venta? Una mierda Kath, no creas eso. Por favor ten cuidado" "Ten cuidado"
Sacudí mi cabeza, tenía que tener un sentido. Uno muy fuerte para que le pidiera explicarse y salir con que no podía simplemente "Llegar y decirme algo como eso".
¿ALGO COMO QUÉ?
Me tenía alterada. La cabeza me daba vueltas intentando averiguar que era lo que tanto estaba ocultándome mi papá. Así que estuve todo un fin de semana tratando de averiguar cosas por internet pero solo encontraba obras benéficas del magnate. Entonces, anoche antes de prepararme para el viaje de vuelta me llegó un correo de parte de un "Olyble209: Richard Rope, traficante de armas. Si quiere más información llame a este numero"
