Jonathan perdió a su esposa a quien creía conocer y debe lidiar con un futuro incierto. Heredero de una gran fortuna e imperio, decide apostar todo por la venganza cuando se reencuentra con la niña que lo miró a los ojos cual adulta fuese. Sus plane...
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Jonathan
—Eres muy divertido Corky a veces ¿Sabes? Porque no tienes idea de con quien estás hablando.
—¿Oh tú crees? Cariño — sonrió con sorna — yo creo una cosa cielo — dijo con suma tranquilidad — que si Roper se entera que tú y su hija están conspirando en su contra. No solo te va a matar a ti. También la matará a ella. — Volteo el rostro a verlo. — y sé que eres muy consiente de que él es capaz de hacer cosas horrorosas como esa.
¿Katrina le había dicho algo? ¿O eran sus propias deducciones?
—No sé de que estás hablando — lo miro fijamente antes de levantarme.
—Hablo de que, intentas usar a la dulce Katrina para meterte en el mundo de Roper. Felicidades, lo lograste. ¿Pero crees que podrías cometer un descuido sin que alguien lo vea? Ten cuidado Jonathan, Roper tiene ojos por todos lados.
Lo fulmino con la mirada desde arriba, pero voy antes de que lo escuche decir alguna otra cosa más.
Camino por el campamento. Necesito un momento a solas antes de ordenar mis pensamientos. Tener a Katrina aquí me nubla un poco el juicio. Porque si por mi fuera, la sacaría de aquí. Y la pondría donde pudiera estar segura hasta que todo esto pasara.
Katrina
Corky estuvo conmigo todo el día en la carpa. Tenía una cama al lado de la mía y se había quedado tirado sobre ella a leer mientras yo solo fingía que estaba tomando una siesta. Estaba pendiente de los sonidos afuera. De las risas de los hombres. De sus tonos de voz. Esperanzada por escuchar la voz de Jonathan cerca. Tenía una mano en el pecho, sosteniendo mi corazón como si eso hiciera que nadie escuchara sus latidos ni se diera de lo nerviosa que estaba.
Venir aquí no había sido mi idea sino de mi papá. Y si lo había hecho era por algo. Era evidente que no era nada bueno. Antes de irse Jonathan me dijo que sospechaba que mi papá algo sabía. Que parecía prepararse para revelar sus verdaderas intenciones. Era obvio que planeaba algo más que obligarlo a terminar su compromiso conmigo para comprometerme con Sebastian. Y podría ser demasiado sospechoso que yo actuara como si nada.
La noche antes de irse, horas antes. Jonathan y yo entramos a la oficina de mi papá. Él Indagó en todas partes hasta encontrar la lista de los compradores.
Era un riesgo tremendo.
Y yo estaba comenzando a pensar que mí papá se había dado cuenta de algo. Porque a penas le hablaba a Corky. Quizás ¿Dudaba de él? Porque Jonathan dejó uno de los papeles de un motel de los que visita Corky cuando se reúne con sus amantes.
—Tengo hambre — Corky se levantó, era evidente que afuera ya había oscurecido — ¿Quieres algo?
