Capitulo 25:

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Jonathan

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Jonathan

Roper le pide a Katrina que espere atrás, donde se queda en un rincón muy quieta mirando fijamente hacia adelante. La sangre me hervía al ver su mejilla amoratada, débilmente cubierta por maquillaje rápido.

—Ni si te ocurra decirle lo que pasó con Corky — Roper me hizo verlo apartar la mirada de ella para concentrarme en el asunto — ahora, pon atención muchacho — me puso una mano en la espalda y me hizo mirar la pantalla.

—Están revisando el convoy, jefe — murmuró Frisky con una sonrisa de suficiencia.

—¿Has hecho trucos de Magia, Pine? — Roper me miró de nuevo, haciendo que me fijara en él y sonriera con desinterés. Cuando detienen el convoy, los soldados y agentes no encuentran armas de contrabando. Encuentran productos agrícolas. De algún modo... Roper... se enteró. Sabía que los agentes iban a estar ahí. Tragué muy duro antes de mirarlo fingiendo sorpresa. Roper me miraba inerte, ni una expresión dibujada en su rostro — ellos no ven lo que vemos nosotros — murmuró.

Sonreí cuando me palmeó la espalda de nuevo, Sandy y los demás comenzaron a celebrar. Roper se giró a abrazar a Katrina y ella le preguntó algo al oído. Asintió y ella salió de la carpa. Me quedé unos minutos ahí, celebrando mientras por dentro quería matar a cada uno de los que estaba ahí. Salí de la carpa y me quedé afuera, saqué un cigarrillo y lo prendí en el silencio del día.

La sentí ganarse a mí lado en total quietud, su perfume podía reconocerlo a millas.

—¿Y Sebastián? No lo he visto — le di una gran calada antes de mirarla de reojo.

—Se fue, tenía cosas importantes que hacer — Roper salió de la tienda interponiéndose entre su hijo y yo, le ofreció el brazo y ella puso sus delgados dedos sobre el brazo del hombre — arregla tus cosas Pine, nos vamos a la ciudad.

—Claro. A seguir celebrando, supongo — di otra calada al costado, ambos nos miramos fijamente.

—Celebraremos cuando la transacción esté completa.

Asentí.

—Te irás conmigo — me dijo —no hay muchos autos.

Asentí de nuevo.


No sé cuanto tiempo me demoré en cambiarme, había que ponerse traje y estar presentable porque podríamos encontrarnos esa misma tarde con los compradores de armas en la ciudad. Así que esperé fuera del auto a que Katrina saliera de su carpa, la ayudé a guardar su maleta y le abrí la puerta del copiloto. Le ofrecí mi mano, incapaz de mantenerme lejos de ella. Tenía gafas de sol oscuras así que no pude ver sus ojos, pero ella apretó mis dedos ante el toque y yo deslicé la yema de los míos a lo largo de todo su brazo. Un toque simple y sensual, que podría decir mucho. Solo que en ese momento, hubiera deseado tener la capacidad de matar a todos y llevarla lejos donde no pudiera estar sufriendo.

Savage ━ Jonathan Pine. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora