Capitulo 23

258 31 4
                                    

Katrina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Katrina

El trayecto al hotel después del avión es tedioso. Al principio estaba nerviosa porque pensaba que iba a reencontrarme con Jonathan. Pero Sebastián me dijo que él y Roper ya ae habían internado en la base militar donde iban a preparar los recursos y posteriormente entregarlos.

Yo seguía siendo distante con Sebastián y me aferraba a Corky como la única cosa mala y buena que tenía entonces.

—Ya deja de mirarme así — Sebastián me dijo en la cena, la noche antes de viajar al desierto donde estaría Jonathan — no se cuantas veces te pedí perdón. ¿Puedes parar? — puso una mano sobre mi brazo — Jamás te haría daño, Katrina. Puedo ser lo que sea que tu creas que soy. Pero no soy capaz de hacerte daño.

—Siempre fuiste así. Agresivo. Cuando las cosas no salían como querías. Pensé que habías cambiado, pero sigues siendo el mismo.

—Solo me enojé un poco.

—¿Un poco?

—Bueno, un poco mucho — movió la silla más cerca de mí — bueno es que tú sabes. No esperaba que estuvieras enamorada del enemigo de tu papá. De quien quiere matarlo.

—Tiene derecho a querer hacerlo.

—¿Y eso no te molesta? Katrina. Es tu papá.

—Si. ¿También lo es cuando me golpea? Bueno, golpeaba. Hace años que ha no lo hace.

Sebastián tensa la mandíbula.

—No me recuerdes eso

—Lo hago — éramos jovenes. Llegábamos ebrios de la fiestas. Roper me esperaba afuera y me pegaba delante d él. No eran patadas no combos, pero eran bofetadas fuertes. Bofetadas de disciplina que nunca se me olvidaron — ¿Cómo puedes estar de parte de un hombre que no ve más que su propio bien?

—Eres su hija

—Y eso no le importa. Bien hubiera deseado que yo naciera hombre. Le habría servido más que la tonta ignorante que soy.

—Katrina — Sebastián juntó sus manos sobre la mesa y me miró furtivo — por favor, perdóname ¿Quieres? Sé... se que no te quieres casar conmigo. Y lamento haber hecho que se rompiera tu compromiso con Pine. Pero créeme — volvió a intentar acercarse pero me alejé — es lo mejor por ahora. Solo queremos tu bien. No tienes otra cosa que hacer que seguir el juego, muñeca.

Lo miré extrañada. Por un momento me sostuvo la mirada mientras intentaba pensar que había querido decir con eso. Pero me sentía abrumada y nerviosa por el día de mañana. Así que solo me quedé ahí sentada hasta que terminé menos de la mitad de comida y me fui. La espera por ver a Jonathan se me estaba haciendo eterna.

Jonathan

—Entonces el negocio se cierra cuando estemos esta noche en territorio de Roper. Porque hay probarlas ¿No? — preguntó un hombre, mientras Roper fumaba un cigarrillo de manera muy desinteresada. Se acercó al auto antes de subirse y me hizo una seña para que me acercara.

Savage ━ Jonathan Pine. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora