Capítulo 25

310 37 3
                                    

No logré ni siquiera procesar lo que estaba por pasar, tampoco se me cruzó por la mente.

Michael tiró de mí llevándome contra su cuerpo. Sentimos la necesidad de estar juntos o de sentir la cercanía del otro, pero me alejé rápidamente.

-Eva ¿qué sucede?

-Nada- dije- solo sigamos.

Ese abrazó me había transportado involuntariamente a un abrazo con Scott. Me había recordado a él, a su aroma y si seguía abrazando a Michael lo sentiría como un engaño.

Decidimos tomar el teléfono y salir corriendo, o eso pensamos los dos en un primer momento.

-Espera- lo llamé frenándome.

-¿Qué Eva? ¿Ahora qué?- me dijo en un tono caprichoso y desesperado.

-Esas agujas de allí, tienen una sustancia media gaseosa ¿qué será? -pregunté dirigiéndome a las mismas.

-Eva, vámonos ya- dijo siguiéndome- no es tiempo de jugar.

-No estoy jugando- repliqué y lo miré.

Su vista estaba clavada en mis ojos y vi que estaba muy nervioso. Pero rápidamente dirigí mi mirada a las jeringas nuevamente. Parecía que lo que contenían era agua hirviendo con hielo seco.

-Eva, vamos y luego las analizas- me dijo apresurado, ignorando el contenido de las mismas.

No me dio tiempo para responder, yo asentí con la cabeza y envolví las jeringas entre mi ropa con cuidado para no lastimarme.

Comenzamos nuevamente a correr por los largos pasillos, buscando alguna clase de salida. Otro aullido se escuchó, me sentí débil pero debía seguir, si me quedaba ese sería mi fin definitivamente y la promesa a Scott estaba latente.

Todo se veía diferente, los pasillos comenzaban a acortarse y a dirigirnos a cualquier parte, era como los primeros días en el bosque, comenzábamos a dar vueltas en un mismo lugar sin poder salir de ese estúpido recorrido.

-Esto no está bien- soltó mi compañero.

-Lo sé, y se pondrá peor- dije y sentí que esas palabras no eran propias mías si no que de alguien más.

Un escalofrío recorrió mi espalda haciéndome voltear y la figura borrosa de Mocdoty se vio durante unos segundos. Apresuré mi paso, tomando de la mano a Mike y corriendo hasta más no poder. Mis músculos no resistirían mucho más, me ardían de tanto correr y en cualquier momento me desplomaría sin quererlo.

-Se fuerte Eva, estamos cerca del final, solo resiste un poco más- Claire apareció para darme ánimo. Se la veía tan asustada a la pobre... bueno, o así me vería yo quizás.

No me sorprendía como no había mejorado mi rendimiento después de tantas corridas, en el bosque y aquí mismo, en este asqueroso lugar.

Bajamos unas escaleras horribles y viejas, cuyos escalones eran de madera y su sostén, el esqueleto, era de chapa o algo parecido al metal. Me daba escalofríos escuchar los sonidos fantasmagóricos que había allí debajo. Nos encontrábamos como en una especie de subsuelo y lo comprobé cuando vi un viejo cartel que decía "1er Subsuelo" grabado en letras blancas sobre un fondo rojo. Pero lo más loco de todo era ¿dónde nos dirigíamos? ¿Mike tenía idea de donde nos llevaba esto? No quise hacer muchas preguntas para no molestarlo, no sabía que pensaba o que cruzaba por su mente en esos momentos, ya que venía delante de mí y corría a toda velocidad.

Se oían voces, pero no había nada ¿fantasmas? Era el colmo.

Me volteé suavemente, pero no vi nada y seguí corriendo sin querer volver a repetir esa acción. Pero de repente, una nueva carcajada se escuchó y Mike frenó de golpe, haciéndonos cambiar de dirección ya que había tres salidas. Nuevamente estábamos en un pasillo grande donde a la izquierda había un ascensor enorme, a la derecha solo una vieja pared manchada con sangre y a de frente, el pasillo.

En El BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora