En El Bosque

Capítulo 20

Mike POV:

Tenía un plan, no podía dejar las cosas así y menos con Eva, ya que me había dado confianza y me había hasta mostrado su escondite por más que Scott no quisiera.

La besé, van a decir que soy un idiota, pero mi autocontrol no funcionó, me acababa de enterar que Hanna estaba muerta y que antes me había metido los cuernos con el viejo puto ese. Me sentía como el idiota más idiota en la historia de los idiotas, buen título ¿no?

En fin, le tenía ganas a Eva, la verdad es que cuando me vieron masturbándome, me dieron unas ganas infinitas de hacerla entrar al refugio y estar con ella, solamente por estar, pero recordé que estaba enamorada de Scott y si hacía algo conmigo de seguro el chico la mandaría a la mierda o quizás se enojaría y no quería más problemas con él, me odió desde un principio, acostarme con la chica que lo acompañaba sería la gota que rebalsaría el vaso. Y por eso solamente la besé, al principio estaba asustado porque creí que me rechazaría, pero cuando me siguió el beso no hice más que acercarla más a mí. Estaba dolido y triste, pero más dolido estuvo cuando Scott estampó su puño contra mi cara.

Mocdoty venía metiéndose conmigo desde hacía ya unos dos meses, con mi novia, haciéndonos perder en el estúpido bosque a todos, tenía que arreglar esto de una vez por todas.

Así que esperé a que los chicos se quedaran dormidos y me acerqué a ellos, quienes dormían juntos. Una lágrima cayó por mi mejilla, la limpié y le di un suave beso a Eva en la frente, solo por si no llegaba a volver con vida.

Cargué en mi mochila, la que conservaba de cuando nos habíamos perdido con mis compañeros, puse agua y alimento, no sabía cuánto tiempo iba a tardar llevar a cabo mi plan.

¿Mi plan? Iría a buscar a Mocdoty, directamente, iría a su refugio o donde fuera que estuviera para matarlo de una vez por todas y que Eva y Scott pudieran salir de allí tranquilos. Tenía miedo, pero también sed de venganza, quería matar a ese tipo de una buena vez, nos estaba haciendo sufrir a todos.

Salí del refugio y comencé a caminar, alejándome de él, tomando otro camino para que no lo hallaran. Llevaba un machete en mi mochila, el cual usaba para cortar varios pastos o ramas que se interponían en mi camino. Estaba a unos quince minutos de distancia del lago, veinte desviándome, así que apuré mi paso ya que con el loco de Charles Mocdoty manejando el tiempo podría amanecer y hasta hacerse la noche de nuevo en un abrir y cerrar de ojos.

¡El lago! Misión cumplida.

Me frené contra unas rocas que estaban cerca de las montañas y de mi mochila saqué la botella con agua, moría de sed ya que había comenzado a hacer calor o quizás solo era mi desesperación y preocupación. Después de hidratarme y recuperar un poco el aliento, decidí pensar en donde podría esconderse, tuve en cuenta un refugio igual que el nuestro, pero con todo lo que hacía me pareció un poco ilógica esa idea y la descarté. También se me ocurrió que podría tener una entrada secreta en algún árbol y se ingresaba por allí a su escondite, pero ¡Nah, muy Phineas y Ferb! ¿Y qué tal en la montaña? Nadie iría a revisar allí, aparte eran difíciles de escalar y en serio tenían un aspecto tenebroso.

Recé un padre nuestro -solo por las dudas, no porque tuviera miedo- y comencé a adentrarme en la montaña, había vegetación que cortar y lo hice, quizás Charles me mataba y yo no lo lograba con él, los chicos tendrían eso como señuelo. Subí por unas piedras que tenían un aspecto horrible y estaban llenas de musgo verde, por lo que patinaban y tenía que agarrarme bien a algunas hierbas que eran imposibles de arrancar. Seguí subiendo, mientras que sudaba como un cerdo, hasta que algo me sorprendió tanto que me dieron ganas de vomitar, era olor a podrido y no, no era mío ya que estaba traspirado pero no tanto- no perdía nada con echarme un vistazo, pero comprobé que definitivamente el olor no era mío- así que me di cuenta de que quizás estaba un poco más cerca de lo que creía.